El tratamiento de Fecundación In Vitro ha evolucionado la forma de concebir bebés en todo el mundo, es considerado un tratamiento de alta complejidad debido a la serie de procedimientos utilizados que aumentan el nivel de probabilidad de éxito, consiguiendo la unión del óvulo y el espermatozoide en un laboratorio, y transfiriendo el embrión formado directamente al útero materno para lograr un embarazo.
Este tratamiento no solo es una alternativa exitosa para casos de infertilidad, ya que también tiene beneficios para que muchas otras mujeres se conviertan en mamás.
Es un tratamiento ideal para parejas que no están en condiciones de tener un bebé, por ejemplo, cuando existen:
Además de ser una excelente alternativa para parejas femeninas, y mujeres solteras, que quieren tener un bebé, e incluso para aquellas que quieren descartar anomalías en su futuro hijo.
Como ya mencionamos, el tratamiento de Fecundación In Vitro no es un tratamiento exclusivo para casos de infertilidad, y aunque ha mostrado grandes resultados en este campo, también tiene otros beneficios, como:
Para realizar un tratamiento de Fecundación In Vitro, además de ser realizado exclusivamente por expertos reproductivos, los pasos que describen el procedimiento son los siguientes:
Ingenes es el Instituto de Fertilidad y Genética líder en América Latina, gracias a que tenemos la tasa de éxito más alta, con más de 50.000 bebés nacidos.
Hemos llevado el tratamiento de Fecundación In Vitro al siguiente nivel a través de nuestros Programas Multiciclo, que ofrecen hasta 4 ciclos para tener un bebé y garantizan hasta un 96% de posibilidades de éxito, además de ofrecer servicios de banco de donantes para mujeres solteras y el ROPA (Método de Recepción de Ovocitos de la Pareja) para parejas de mujeres.
Ser mamá a los 40 años es posible y completamente seguro. Después de los 35 años la calidad y cantidad de los óvulos disminuye, lo que reduce las probabilidades para concebir de cualquier mujer, esto como un proceso natural del cuerpo conforme avanza la vida; sin embargo, existen tratamientos de Reproducción Asistida que permiten poner un alto al reloj biológico y lograr un bebé a esa edad e incluso después.
A continuación, te compartimos la historia de Ruth, una mujer que se convirtió en madre después de cumplir 44 años, gracias a un tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro.
“Yo ya había soltado la idea de convertirme en mamá, sentía que por mi edad ya no era posible y, la verdad, era un plan que ya no estaba en mi lista; pero la vida da muchas vueltas, y cuando conocí a mi esposo, ser madre se convirtió en un anhelo muy, muy grande.
Antes de pasar por este tratamiento nunca encontraron qué era lo que pasaba, no tenía ovario poliquístico o endometriosis, tenía las trompas bien, ovulaba perfecto a pesar de mi edad y mi esposo también estaba bien, pero nuestro embarazo no se daba.
Sabía que, si quería ser mamá a los 40, sería necesario tomar un tratamiento, esa era la única barrera que se interponía. Una amiga ya me había contado sobre el Instituto, aquí es donde ella también tuvo a su bebé, y me decidí a pedir una cita.
Al conocer a mi doctor y mi enfermera sentí una confianza enorme, pienso que eso fue algo muy importante durante todo el proceso, porque tener un bebé no tiene que ver solo con tu cuerpo, sino con tus emociones; y sentir confianza con tus doctores es algo que es clave.
Lo intentaríamos con un tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro, me dio mucha seguridad saber que tendríamos más de una oportunidad para lograrlo, además de la devolución de dinero que nos garantizaron si no teníamos éxito.
Mi familia nos apoyó desde el primer momento, mis amigas también, todos estuvieron ahí para sostenerme y darme más fuerza, es algo que se los agradezco infinitamente y que jamás olvidaré.
Pasamos por un gran bache al inicio, porque después de la primera transferencia no se dio, y fue algo muy difícil para los dos.
Me hicieron una histeroscopia y se dieron cuenta de que el cuello de mi matriz era muy pequeño y había también un tejido extraño que obstruía. Llevé tratamiento y aunque me sentía muy cansada, continué.
Después de un mes regresamos, y esta vez nos llevamos la mejor noticia del mundo. Hicimos todo al pie de la letra, tal y como el doctor nos lo decía, y en esa segunda transferencia sucedió, ¡iba a ser mamá!
Benjamín vino a completar una parte de mí que no creía que me hiciera falta. Jamás imaginé que en mi corazón habría tanto amor y lo descubrí la primera vez que lo vi.
Ser mamá es algo maravilloso, cambia tu vida por completo y te haces de una responsabilidad enorme. Cada bache, cada lágrima y momento difícil valió la pena para llegar hasta aquí, donde lo tenemos con nosotros.
Él se aferró a quedarse conmigo en mi vientre y se lo agradezco, porque también puso de su parte para que nosotros fuéramos sus papás. Mi bebé hoy ya tiene 3 años y es la bendición más grande que hemos recibido en la vida.
A veces podemos pensar que sabemos lo que significa el amor, pero convertirte en mamá te hace ver el amor desde otra perspectiva, puedes entenderlo y vivirlo al máximo.”
Ser mamá a los 40 es posible, y prácticamente todas las mujeres que lo desees pueden cumplir ese sueño gracias a las distintas alternativas de Reproducción Asistida que existen hoy, y que ponen un alto al reloj biológico para ser mamá cuando tú lo decidas.
Si tienes más de 35 años y llevas 6 meses o más intentando tener un bebé sin lograrlo, es importante que acudas con especialistas en fertilidad, que te brinden un diagnóstico personalizado y el tratamiento específico que te dé las mayores probabilidades de ser mamá en el menor tiempo posible.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que están completamente seguras de querer vivir su maternidad y están dispuestas a hacer todo para lograrlo.
Una evaluación completa de tu fertilidad, enfocada en identificar aquello que está obstaculizando tu sueño; y trazar un plan de tratamiento personalizado, llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate a Ingenes, cuéntanos tu historia aquí y permítenos ayudarte a cargar a ese bebé que tanto anhelas.
Con la finalidad de transformar la vida de millones de personas con la llegada de un bebé, Ingenes, Instituto de Fertilidad y Genética, abrió sus puertas desde el año 2005 en México; y hoy su propósito se extendió hasta los Estados Unidos brindando servicios de Reproducción Asistida de alta calidad, y teniendo la más alta tasa de éxito en América Latina, incluso con los casos más complejos de salud reproductiva.
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Los tratamientos de Reproducción Asistida se han convertido en la principal alternativa para tener un bebé, no solo para personas con problemas de infertilidad, sino también para parejas femeninas e incluso para mujeres que no tienen pareja.
La tecnología de punta y el gran avance de la ciencia han permitido el nacimiento de miles de bebés alrededor del mundo. Anteriormente, las clínicas de fertilidad e instituciones especializadas en el campo de la Reproducción Humana hicieron posible que muchas personas se convirtieran en padres; sin embargo, sus precios eran exorbitantes.
El día de hoy estos tratamientos son accesibles para millones de personas, e Ingenes ha formado parte importante de este cambio de paradigma, siendo el Instituto que realiza la mayor cantidad de procedimientos de Fertilización In Vitro en toda América Latina, atendiendo con éxito los casos más complejos de salud reproductiva.
“Debemos terminar con el tabú sobre la infertilidad, es necesario hablar de ella sin miedo para que la información correcta llegue a todos; y cada vez más personas se beneficien de todas las alternativas de Reproducción Asistida que hoy existen”.
Dra. Claudia Castillo, médico especialista en Reproducción Asistida y líder médico en Ingenes Ciudad de México.
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En 17 años hemos ayudado a traer al mundo a más de 50,000 bebés, gracias a la amplia experiencia de más de 85 médicos ginecólogos especialistas en Biología de la Reproducción, y un número igual de profesionales y científicos en múltiples áreas como Andrología, Embriología, Enfermería, Química, Biología Molecular, Psicología, entre otras.
La experiencia y la empatía de cada una de las personas que forma nuestro equipo, nos permiten no ser solo una opción más dentro del mercado, sino la mejor alternativa para ofrecer este tipo de tratamientos en México y los Estados Unidos, garantizando hasta 96% de probabilidades de éxito con nuestros planes Multiciclo, programas personalizados de acuerdo con la salud reproductiva y los deseos de maternidad de cada paciente.
“Como médicos debemos darles armas, animarlas, que sepan que no nos rendimos. Nos involucramos tanto con nuestras pacientes que vivimos cada etapa de su embarazo como un miembro más de su familia, nos vuelven parte”.
Dr. Martín Rivera, médico especialista en Reproducción Asistida y líder médico en Ingenes Guadalajara.
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Los tratamientos de Reproducción Asistida continúan requiriendo de una importante inversión económica , especialmente los de alta complejidad como la Fecundación In Vitro, es por eso que nuestros programas brindan la opción de reducir costos debido a que Ingenes cuenta con su propio Laboratorio de Investigación Molecular y FIV, realizando cada procedimiento y análisis para llevar ese bebé a casa.
“Muchos no tenemos una educación sexual tan adecuada, hay prejuicios, presión social y a veces algunos médicos no hacen un diagnóstico certero. No todas ocupan una Fecundación In Vitro, algunas con una simple inseminación logran alcanzar el sueño de convertirse en mamás. Si tenemos este conocimiento y podemos compartirlo, si podemos empoderar a las pacientes con información y una guía correcta ¡debemos hacerlo!”
Dr. Miguel Jaimes, médico especialista en Reproducción Asistida y líder médico en Ingenes Mérida.
Esto contribuye también a disminuir los costos en tratamientos llevados en nuestras sucursales de los Estados Unidos, ya que las pacientes inician en Ingenes McAllen, Ingenes San Diego, Ingenes Houston o Ingenes Orange County; y una parte de ellos se realiza en México, en instalaciones con los más altos estándares de calidad.
Nuestros programas de Fecundación In Vitro Multiciclo alcanzan hasta 96% de posibilidades de tener a tu bebé debido a que realizamos de 1 a 4 ciclos diferentes de FIV, considerando la forma en que cada cuerpo reacciona y se trasforma al atravesar un tratamiento de Reproducción Asistida.
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El día de hoy, ayudamos a que más de 50,0000 estrellas estén iluminando a familias de todo tipo, demostrando al mundo que lo más importante cuando se trata de crear vida, es que esa nueva persona llegue en un hogar repleto de amor y esperanza.
“Nuestro propósito es hacer una diferencia en este mundo ayudando a las personas a lograr la transformación más grande de sus vidas con la llegada de un bebé, un motor de vida que cambia todo a su alrededor. El centro del mundo es la familia y no el individuo. Tener un bebé te transforma, y la familia es un propulsor para cambiar al mundo, una oportunidad de hacerlo mejor, la posibilidad de alcanzar el máximo”.
Dr. Felipe Camargo, Director General y Fundador de Instituto Ingenes
Hoy, los servicios y tratamientos de fertilidad no solo benefician a personas con problemas para concebir, benefician a parejas del mismo sexo, mujeres sin pareja; y todo tipo de personas que desean crecer su familia con la llegada de un bebé.
Es por eso que hoy contamos con programas específicos para ayudar a materializar los sueños de maternidad y paternidad exactamente como cada persona se lo imagina:
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Los avances de la ciencia de la reproducción han consolidado cosas que antes parecían imposibles como elegir el sexo de tu bebé, y analizar el número de cromosomas en los embriones:
1. Elegir si quieres tener niño o niña hoy es posible con Eligender: nuestra técnica permite tener un bebé del sexo deseado con 99% de efectividad, esto en caso de que al paciente le interese seleccionar el sexo o si su historial médico incluye alguna enfermedad genética ligada a los cromosomas sexuales.
2. Test Genético Preimplantación para evitar anomalías genómicas: para reducir al mínimo la posibilidad de que tu bebé nazca con alguna anomalía cromosómica como Síndrome de Down o Síndrome de Turner, contamos con un test no invasivo que permite identificar aquellos embriones que presenten alteraciones, e implantar en el útero únicamente aquellos sin esta situación, dentro de un proceso de Fertilización In Vitro.
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Tener un bebé debe ser una decisión consciente, una opción que se elige desde el amor, no desde la presión social o la ansiedad por el reloj biológico, y hoy en día esto es una realidad.
Algunas personas no están seguras de desear que un bebé forme parte de su plan de vida, pero podrían desearlo en el futuro, claro que tomar esa decisión muchas veces implica considerar la edad y el reloj biológico, particularmente para las mujeres.
“Ser padre ha sido la mejor experiencia de mi vida y eso es lo que le digo a mis pacientes: ‘Piensa en el momento más feliz de tu vida, en la persona que más ames en todo el mundo.’ Eso es lo que sientes cuando tienes un hijo. Estoy consciente de que ser padre o madre no es para todos, y claro que no es fácil, pero quien decide hacerlo, vivirá la experiencia más maravillosa”.
Dr. Miguel Garza, médico especialista en Reproducción Asistida y líder médico en Ingenes Mazatlán.
Lo anterior debido a que, después de los 35 años, la fertilidad de las mujeres y específicamente su reserva ovárica se ve reducida notoriamente, junto con la calidad de sus óvulos, lo que complica la concepción después de esa edad.
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Sin embargo, hoy en día la Reproducción Asistida cuenta con alternativas para que mujeres de hasta 52 años recién cumplidos puedan convertirse en madres; y que aquellas menores de 35 años que aún no están seguras de esa decisión, tomen un respiro y congelen el tiempo, esto mediante la congelación de sus óvulos.
La preservación de la fertilidad suele utilizarse por personas que cuentan con algún diagnóstico de enfermedades cuyo tratamiento puede afectar su salud reproductiva, como los tratamientos oncológicos, pero sus usos van mucho más allá, permitiendo que una mujer pueda decidir el momento exacto en que desea tener un bebé.
“Vemos más que células, nosotros creamos vida. Como biólogos, como embriólogos y médicos sabemos todo lo implica, todo lo que converge para que se forme un bebé, eso es lo que nos hace amar este trabajo.”
Dr. Carlos Briones, médico especialista en Reproducción Asistida y líder médico en Ingenes Morelia.
Después de 17 años de atender con éxito al mayor número de personas en toda Latinoamérica, con tratamientos de fertilidad accesibles que trasforman vidas y mundos enteros, seguimos firmes en nuestra misión, de que la mayor cantidad de personas puedan vivir la mejor experiencia de sus vidas al convertirse en madres y padres.
Hoy formamos parte de miles de historias de amor, resiliencia y lucha incansable para encontrar un nuevo motor de vida con la llegada de un bebé, creyendo firmemente en que esa en la forma en que el mundo entero puede mejorar y transformarse en un lugar mejor.
La infertilidad masculina afecta a 4 de cada 10 personas que experimentan problemas para concebir, una situación que tiene múltiples causas. Sin embargo, con un tratamiento adecuado, cualquiera de ellas puede superarse para lograr un bebé.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, existen alrededor de 186 millones de personas en el mundo que presentan problemas relacionados con su fertilidad, sin embargo, son pocos los que recurren a especialistas para buscar una alternativa que les ayude a concebir.
Los problemas de fertilidad se refieren a la incapacidad de procrear un hijo, aunque se hayan tenido relaciones sexuales de manera frecuente y sin protección durante un año o más, y es algo que puede afectar tanto a mujeres como a hombres.
Actualmente y desde hace varios años existen diferentes métodos de Reproducción Asistida, los cuales tienen la finalidad de ayudar a las personas que enfrentan obstáculos para tener un bebé; y como dijimos antes, la infertilidad es un problema de mujeres y hombres.
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Existe un gran número de causas que desencadenan los problemas de infertilidad masculina, entre las más comunes podemos mencionar:
A esto, se suma el estilo de vida, porque sin duda es algo que también impacta en la salud. Por lo tanto, el consumo de drogas, alcohol y tabaco también pueden ser detonantes de la infertilidad masculina.
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Las tecnologías de Reproducción Asistida están diseñadas para ayudar a concebir un bebé, no sólo a las mujeres que presentan algún problema o impedimento para conseguirlo, sino que también están pensadas para los hombres que atraviesan algún caso de infertilidad.
La Fertilización In Vitro es el tratamiento con la tasa de casos de éxito más alta, ya que favorece la fecundación entre el óvulo y el espermatozoide de manera externa, es decir, en un laboratorio, para que una vez formado el embrión se traslade directamente al útero materno.
Sin embargo, cuando los espermatozoides no cuentan con la calidad suficiente para conseguir fecundar un óvulo y entonces dar paso a la formación de embriones, existen técnicas especializadas que contribuyen a lograrlo conocidas como ICSI y PICSI.
ICSI es la Microinyección Intracitoplasmática de Espermatozoides, una técnica que consiste en la extracción de un espermatozoide a partir de una muestra de semen o mediante una biopsia testicular, para ayudar a seleccionar los espermatozoides más adecuados.
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Y por su lado, PICSI, es la técnica diseñada para mejorar la práctica de la Microinyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), en la que un solo espermatozoide se selecciona y se inyecta en el óvulo para conseguir la fertilización, lo que hace posible elegir un espermatozoide competente con base en su habilidad para unirse al ácido hialurónico, componente principal de las células que rodean al óvulo.
Ambas técnicas son implementadas en Ingenes para garantizar el mejor resultado en los tratamientos de Fertilización In Vitro.
En Ingenes hemos perfeccionado la técnica de Fertilización In Vitro a través de nuestros Programas Multiciclo, ofreciendo hasta 4 intentos para tener un bebé y garantizar hasta un 96% de probabilidades de éxito, una oportunidad única para hombres y mujeres que desean convertirse en papás.
Las alteraciones genéticas en los embriones, que desencadenan padecimientos y condiciones médicas que pueden comprometer la calidad de vida del futuro bebé, pueden ser causadas tanto por problemas en los genes como en los cromosomas del embrión y afectan su habilidad para desarrollarse e implantarse dentro del útero.
Al intentar concebir un bebé, mientras el óvulo es fertilizado por el espermatozoide, 23 cromosomas de la madre y 23 cromosomas del padre se unen para sumar los 46 cromosomas que forman cada célula del embrión.
A su vez, los cromosomas están formados por un número determinado de genes, que se ordenan en pares, de forma que un gen proviene del padre y el otro de la madre.
Las alteraciones genéticas y cromosómicas suelen presentarte en:
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Las alteraciones genéticas pueden ser causadas tanto por problemas en los genes como en los cromosomas del embrión, y afectan su capacidad para desarrollarse e implantarse dentro del útero materno.
Cabe mencionar que los desórdenes cromosómicos pueden ocurrir incluso cuando no existen antecedentes familiares, al contrario de los trastornos por problemas en los genes, que son hereditarios.
Para poder desarrollarse como un embrión sano, tanto el óvulo como el espermatozoide necesitan poseer el número adecuado de cromosomas. De lo contrario, pueden generar embarazos cromosómicamente anormales y aumentar así el riesgo de que el bebé presente condiciones como Síndrome de Down o Síndrome de Turner.
Es importante señalar que, a partir de los 35 años, la calidad de los óvulos de la mujer disminuye considerablemente y sus probabilidades de formar embriones con una carga genética poco favorable aumentan.
La información sobre los antecedentes médicos de los pacientes ayudará al especialista en reproducción a estar mejor capacitado para identificar patrones hereditarios y evaluar el riesgo de que sus hijos sufran ciertas alteraciones genéticas.
Si tienes antecedentes de algún defecto genético puedes acudir con un médico especialista para realizar un cariotipo en sangre para determinar si existe alguna alteración genética.
Sin embargo, la forma más segura de descartar anomalías genéticas y cromosómicas en el embrión es por medio del Diagnóstico Genético Preimplantatorio con microarreglos.
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El Diagnóstico Genético Preimplantatorio (DGP), que se usa en conjunto con la Fertilización In Vitro (FIV), y es el tratamiento recomendado en caso de abortos recurrentes gracias a que permite que sólo los embriones libres de anomalías genéticas y cromosómicas se transfieran al útero materno y maximiza las probabilidades de implantación, de embarazo y de tener un bebé en casa.
En caso de que no se cuente con embriones viables después de un tratamiento de Fertilización In Vitro con DGP puede recurrir a la donación de óvulos o la donación de semen, que aumentan hasta en un 80% la probabilidad de éxito.
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En la actualidad existen soluciones altamente efectivas para las personas que tienen un mayor riesgo de transmitir alteraciones genéticas a sus hijos. El DGP es el tratamiento de elección para lograrlo, ya que permite que sólo los embriones libres de anomalías genéticas y cromosómicas se transfieran al útero materno.
Al transferir sólo embriones sanos se maximizan las probabilidades de implantación, de embarazo y de llevar un bebé a casa.
En Ingenes contamos con médicos y científicos especialistas en Embriología, subdisciplina de la genética que se encarga de estudiar cada etapa en el desarrollo del embrión; además de un Laboratorio propio certificado a nivel internacional, por medio del cual nuestros expertos realizan un seguimiento exhaustivo de cada uno de los embriones de nuestras pacientes.
En caso de que hayas tenido abortos recurrentes, fallos de implantación, o consideres que podrías tener riesgo de sufrir alguna alteración genética, te invitamos a dar clic en la siguiente imagen para agendar una cita y que puedas acudir con nuestros expertos y te sientas mucho más segura para tener a tu bebé.
La endometriosis es una de las condiciones ginecológicas más comunes en el mundo, también es una de las más incomprendidas y mal diagnosticadas. Afecta a alrededor de 176 millones de mujeres en el mundo; y a pesar de su alta incidencia, muchas mujeres esperan unos 10 años para recibir un tratamiento adecuado.
Tal es el caso de Erika, quien a pesar de haber tenido un fuerte dolor persistente durante sus períodos menstruales, además de otros síntomas, tuvo que esperar hasta los 33 años para obtener un diagnóstico certero, para después pasar por varios tratamientos hormonales y de Reproducción Asistida, hasta dar con el tratamiento adecuado que realmente le ayudara a convertirse en mamá. Conoce su historia.
“Ser mamá conlleva cansancio y estrés, eso es verdad, pero vale completamente la pena. Trabajo en un hospital infantil y tengo 39 años, pero mi búsqueda por ser mamá empezó mucho antes. Cuando recién me casé, me estuve cuidando con anticonceptivos, queríamos primero fortalecernos como matrimonio, y después me entró la curiosidad de tener un bebé, y nada, no quedaba, buscando ya en forma duré como 6 años.
Me hicieron una laparoscopia de diagnóstico y me dijeron que una de mis trompas estaba obstruida. Me metieron a cirugía, me liberaron una de las trompas, y entonces el médico me diagnosticó endometriosis leve, de ahí me mandaron a tratamiento fólico-estimulante e intentamos con coitos programados, pasamos por 4 y nada. Pasamos a inseminación artificial, hicimos 2 y no quedé embarazada.
Fue mucho el desgaste, y ya no quise buscar nada, dejé pasar como año y medio sin nada, cuando empecé a escuchar de Ingenes, y me acerqué. Ahorré por un año, y con ayuda de mi familia pude llevar el tratamiento.
Me dieron diagnóstico, platiqué todo lo que ya había intentado y la doctora me dijo que lo más viable era FIV. No me frustré, porque dije ‘qué bueno que con la ayuda de la tecnología lo podemos lograr’.
Fue diferente porque te sientes acogida y con confianza de que estás en buenas manos para lograrlo. En la primera transferencia me pusieron 2 embrioncitos, y yo estaba contenta, con la esperanza de que fuera el bueno.
A los 14 días me hice la prueba, y la doctora me habló para darme la noticia, ahí nos enteramos de que ¡íbamos a ser papás! Estábamos felices, a todo el mundo le hablé para decirle. Escuchamos el latido de nuestra bebé en la eco, y fue el momento cumbre, ‘hasta se me enchina la piel’, ahí me cayó el 20.
Ivana nació de 37 semanas, pero evolucionó rápido y ha sido una niña sana. Nos cambió la vida por completo. Es una niña muy independiente, aguerrida y alegre. Quiero que sea feliz y que disfrute cada parte de su vida. No me importa el cansancio, el estrés, porque vale la pena.
Es importante acercarse a las personas indicadas para buscar ayuda y nunca desertar. Estamos felices de que esté aquí, todo lo que hicimos fue para que estuviera con nosotros, sin duda, la vida te da oportunidades y hay que saber aprovecharlas”.
Si, como Erika, sospechas que tienes endometriosis o ya te la han diagnosticado y quieres ser mamá, acude a nosotros. Recuerda que cualquiera que sea la causa, es importante acudir a especialistas en reproducción, quienes determinen qué es lo que te impide cumplir tu sueño de tener un bebé.
En Ingenes contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que han decidido vivir su maternidad y están dispuestas a todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar lo que está obstaculizando tu sueño.
También elaboramos un plan de tratamiento personalizado para que tengas a tu bebé, realizado por un equipo multidisciplinar de embriólogos, andrólogos, ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Ven con nosotros y agenda tu Programa Inicial. Permítenos ayudarte a transformar tu vida y cumplir tu sueño de ser mamá.
El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) afecta gran parte del ciclo de vida de una mujer y no sólo en su etapa fértil, como algunas personas suelen creer. Actualmente, se considera que el SOP tiene un vínculo genético y tiende a heredarse. En este artículo te explicaremos cuáles son los síntomas del ovario poliquístico y el impacto que tiene este padecimiento en cada etapa de la vida de una mujer.
Comencemos por la infancia, si una mujer es menor de 11 años y no ha tenido su primer periodo, es muy poco probable que pueda ser diagnosticada con un problema de ovario poliquístico.
Aunque a partir de los 11 años existe la posibilidad de poder evaluar los signos de esta enfermedad, las niñas que no han tenido su primera menstruación no pueden experimentar absolutamente ninguno de los síntomas típicos relacionados con el SOP.
Para muchas mujeres, el SOP suele pasas desapercibido durante la adolescencia, ya que muchos de sus síntomas suelen confundirse con las características que son comunes de la pubertad, como el acné o el surgimiento de vello.
Sumado a estos, existen algunos otros síntomas que pueden presentarse, tales como:
Sin embargo, una de las primeras señales de que una adolescente está manifestando un problema de SOP es el surgimiento de la pubertad precoz, que se presenta antes de los 8 o 9 años.
El SOP es el trastorno endocrino más común que afecta a las mujeres en edad fértil; es decir, alrededor de los 20 y los 30 años. Es en esta etapa en la que la mayoría de las mujeres suelen ser diagnosticadas con SOP, situación que muchas veces complica el poder concebir un bebé.
Durante esta etapa, el estilo de vida de la mujer es determinante, ya que de ello dependerá el mejoramiento y la prevención de problemas metabólicos y hormonales relacionados con este padecimiento, y también la regulación de su ovulación.
Hasta el momento no existen estudios concluyentes sobre la cantidad de mujeres que experimentan el Síndrome de Ovario Poliquístico durante la etapa de la menopausia, que implica el momento a partir del cual la menstruación de la mujer se detiene por completo, terminando con ello su etapa fértil.
Sin embargo, este padecimiento suele estar relacionado con un incremento en el riesgo de sufrir otro tipo de afectaciones, al atravesar esa edad.
Debido a que el Síndrome de Ovario Poliquístico está directamente relacionado con un aumento en los niveles de testosterona y de insulina, esto puede implicar mayores probabilidades de sufrir ciertas enfermedades como:
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Las pacientes con SOP que tienen problemas para concebir deben acudir con un médico ginecólogo que, además, sea especialista en Biología de la Reproducción, ya que solo estos profesionales están capacitados para atender el padecimiento y lograr un bebé mediante una alternativa de Reproducción Asistida específica para cada mujer.
Entre las distintas opciones que un experto en fertilidad suele recomendar se encuentran las siguientes:
En este tratamiento de Reproducción asistida de baja complejidad se utilizan medicamentos como el Citrato de Clomifeno (Omnifin) para estimular la ovulación de la mujer, cuya administración debe ser cuidadosamente monitoreada para evitar riesgos asociados como la hiperestimulación ovárica.
Este tratamiento es particularmente útil cuando la mujer es menor de 35 años y no existen otros factores que estén afectando su salud reproductiva; y suele estar acompañado de otro tratamiento, también de baja complejidad denominado Coitos Programados, que implica la sincronización de la relación sexual con el momento exacto de la ovulación.
Si los tratamientos anteriores no son suficientes debido al caso particular de la mujer, la opción recomendada por el médico especialista consistirá en tener de 1 a 4 la Fertilizaciones In Vitro (FIV), que hace posible la selección de óvulos de mejor calidad para su posterior fertilización e implantación en el útero de la mujer.
En caso de que vivas con Síndrome de Ovario Poliquístico o tengas la sospecha de ello, y desees tener un bebé, estanos seguros de que podemos ayudarte.
Acércate a Ingenes y agenda una cita para obtener tu diagnóstico de fertilidad, mediante nuestro Programa Inicial, con el cual obtendrás también un plan de tratamiento específico de acuerdo con tu evaluación de salud reproductiva.
No dejes pasar más tiempo y da el primer paso para comenzar a planear la vida junto a tu bebé.
Si te ligaste las trompas y ahora cambiaste de opinión, debes saber que es posible embarazarte con Salpingoclasia, puedes tener a tu bebé, y existen distintas alternativas como la Fertilización In Vitro y la Reversión o Recanalización de las trompas de Falopio, que te brindan diferentes probabilidades de éxito.
La Salpingoclasia o ligadura de trompas es un método anticonceptivo que consiste en hacer una pequeña incisión quirúrgica en las trompas de Falopio, con el fin de evitar la fecundación entre el óvulo y el espermatozoide durante la relación sexual, es decir, es un método para esterilizar a la mujer.
Es un método altamente efectivo para evitar embarazos no deseados, y puede ser utilizado tanto por mujeres que, previamente, tuvieron hijos o mujeres que no planean tenerlos en el futuro.
Entre sus principales ventajas podemos destacar las siguientes:
Sin embargo, aunque muchas mujeres suelen realizarse este procedimiento debido a que consideran que definitivamente no tendrán hijos más adelante en sus vidas, nadie puede saber realmente qué es lo pensará al respecto en el futuro, y los planes a menudo pueden cambiar.
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El deseo de maternidad puede presentarse de un momento a otro, o puede llegar a tu vida una persona con la que deseas tener una familia, es decir, hijos. Y aunque este método actualmente es reversible, existen alternativas que ofrecen distintas probabilidades de éxito para lograr un embarazo.
La maternidad no es una cuestión de planes, es un deseo, que ni siquiera implica razones para sentirlo. Si te realizaste este procedimiento en algún momento, y tener un embarazo con Salpingoclasia se ha convertido en tu sueño debes saber que existe una alternativa ideal para lograrlo.
Existe una cirugía llamada “Reversión o Recanalización de la Ligadura de Trompas”, que consiste en volver a unir las dos partes de la trompa de Falopio, mediante puntadas microscópicas, aunque su principal riesgo implica una alta probabilidad de sufrir un embarazo ectópico, es decir, la implantación del embrión fuera del útero, que generalmente provoca abortos espontáneos o requiere intervenciones médicas.
Cabe mencionar que este tipo de procedimiento suele recomendarse especialmente en pacientes que tengan las trompas ligadas y sean menores de 35 años.
Actualmente, las tecnologías de Reproducción Asistida permiten conseguir un embarazo de una forma más segura y con menos riesgos.
En el caso de la Fecundación In Vitro, la fecundación del óvulo y el espermatozoide se produce en un laboratorio y no es necesario el uso de las trompas de Falopio, ya que una vez formado el embrión, este se traslada directamente al útero para su desarrollo y crecimiento.
A continuación, te contamos algunas de las ventajas más relevantes de realizarte un tratamiento de Fecundación In Vitro, en especial para las mujeres que tienen más de 35 años:
En Ingenes llevamos la Fecundación In Vitro al siguiente nivel gracias a nuestros Programas Multiciclo, con los que te ofrecemos hasta 4 ciclos de FIV para aumentar tus posibilidades de lograr un bebé hasta en 96%.
Hoy lo imposible no existe, y es posible revertir cualquier decisión si decidimos cambiar nuestros planes. La ligadura de trompas ya no es un impedimento si ser mamá se convirtió en tu sueño.
Acércate con nuestros especialistas y permite que te ayudemos a lograrlo.
La infertilidad masculina afecta a más de 40% de los casos de personas que tienen problemas para concebir. Una biopsia testicular puede ayudar a detectar cuál es el origen de este problema; y así, posteriormente, pueda ser tratado de forma efectiva para que esto no sea un impedimento para tener un bebé.
Las afectaciones de índole masculino son una de las 5 causas principales de problemas para concebir, que suelen afectar la concentración, la movilidad o la estructura de los espermatozoides.
Debido a las alteraciones que pueden sufrir los espermatozoides, estos no alcanzan su capacidad reproductiva máxima, lo que afecta su habilidad para fertilizar el óvulo al interior de las Trompas de Falopio, cuando se está intentando tener un bebé.
En caso de que tú y tu pareja hayan tratado de embarazarse por más de 12 meses sin éxito, o que este embarazo no haya llegado a término, la recomendación es acudir directamente con un especialista en Biología de la Reproducción, que no solo podrá evaluar su salud reproductiva completa, sino que es capaz de brindarles la mejor alternativa de Reproducción Asistida para tener las mayores probabilidades de lograrlo.
La biopsia testicular es una intervención quirúrgica superficial que se practica con el fin de encontrar el origen de la infertilidad masculina. Principalmente en aquellos casos en los que un seminograma refleja la ausencia de espermatozoides (azoospermia), o cuando este análisis muestra alguna alteración en ellos.
Esta técnica suele indicarse en pacientes que presentan las siguientes alteraciones espermáticas:
Este análisis también es recomendable para aquellos pacientes que tienen una obstrucción en la vía seminal por ausencia de conductos deferentes, fibrosis quística, infecciones seminales o a quienes, anteriormente, se realizaron una vasectomía.
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La biopsia testicular es un procedimiento que también puede estar indicado para la extracción directa de espermatozoides en un tratamiento de Reproducción Asistida.
El procedimiento se lleva a cabo por medio de una intervención quirúrgica superficial basada en la extracción de una o varias porciones de tejido mediante pequeñas incisiones en los testículos. Estas incisiones serán suturadas con puntos que, con el paso de los días y durante la recuperación, se caerán solos o se reabsorberán.
Posteriormente, un embriólogo recibirá la muestra y separará el tejido para liberar los espermatozoides de los túbulos seminíferos; y bajo el microscopio, observará la presencia o ausencia de espermatozoides.
Posteriormente de que el procedimiento ha concluido es posible que se manifieste cierto dolor en los siguientes dos o tres días, así como una posible inflamación del escroto. Sin embargo, estos efectos son leves y suelen desaparecer unos días después.
Como puedes ver, en Ingenes hacemos una evaluación muy extensa de los factores que podrían estar causando infertilidad en la persona, debido a que necesitamos tener el panorama completo de su salud reproductiva.
De esta forma, podemos definir de forma precisa cuál será el tratamiento con mayor probabilidad de éxito para que logres tener a tu bebé.
En caso de que tengas 12 meses o más intentando tener un bebé al tener relaciones sexuales sin protección y no lo hayas conseguido, es posible que tú o tu pareja estén experimentando algún problema que compromete su fertilidad.
Si este es tu caso, te invitamos a que conozcas nuestro Programa Inicial, con el cual obtendrás un diagnóstico completo de tu salud reproductiva y la de tu pareja; para que, posteriormente, puedan elegir en conjunto con su especialista en Biología de la Reproducción, el mejor camino que los lleve hasta su bebé en el menor tiempo posible.
¡Acércate a Ingenes y permítenos ayudarte a lograrlo!
La edad es un factor determinante cuando hablamos de fertilidad y tratamientos de Reproducción Asistida, ya que a partir de los 35 años la reserva ovárica de la mujer disminuye, y al llegar la menopausia finaliza el ciclo reproductivo de una mujer.
En esta etapa, hay un cese de la ovulación, por lo que la concepción se ve limitada. Afortunadamente, existen diferentes alternativas para que las mujeres se conviertan en mamás. Una de las opciones recomendadas para estos casos es la donación de óvulos, a través de Fecundación In Vitro, para que el embarazo llegue a término y puedan tener a su bebé en casa.
Esto es lo que ocurrió con el caso de Alba, una orgullosa mamá Ingenes, quien nos cuenta su experiencia con ese tratamiento.
“Tengo 48 años, soy madre soltera y tuve 2 pequeñas que son hijas del amor. No tuve una pareja fija o una familia con esposo, pero soy médico pediatra y siempre quise ser mamá.
Cuando cumplí 40 supe que mi máximo era tener un hijo y fui a un centro para hacer una inseminación artificial. Fueron como 4 años de estar intentando, mucho estrés, no se logró y ahí quedó. No sé cómo fue, pero me hablaron del instituto, dijeron que tenían una promoción por el 10 de mayo y mi mamá me alentó a sacar una cita.
Fuimos, me revisaron y dijeron que era viable, pero por mi edad necesitaría una donación de óvulos de una mujer más joven. Acudí también con la psicóloga, fui a sesiones grupales y me dijeron que estaba bloqueada emocionalmente, ya que trabajamos esa parte fue más fácil y rápido todo.
Estaba en Nayarit y la doctora me habló para decirme que ya tenían listos los embriones y debía tomarme un medicamento, pero ¿dónde lo iba encontrar ahí? Fui por toda la carretera buscando hasta que di con él.
Regresé y vi a los embriones, 3 de muy buena calidad y esa fue otra situación, porque los implantaron y los 3 se estaban desarrollando. Decidimos hacer una reducción embrionaria, fue muy difícil y estaba preocupada por lo que pudiera pasar, pero empecé mi control prenatal y todo fue bien.
Tuve una complicación en el segundo trimestre, algo muy extraño, una enfermedad rarísima, tuve muchísima comezón, como que mi cuerpo estaba reaccionando en contra, algo extremadamente raro, uno en un millón de casos; pero el embarazo fue muy bien, una experiencia muy bonita y todo el estrés fue para bien.
Desafortunadamente también estuve en terapia intensiva, por 9 días cuando mis hijas nacieron, pero me sacaron adelante y no tuve secuela alguna.
Mis 2 pequeñas estuvieron bien y desde un principio quisieron quedarse, dijeron: ‘Voy a estar contigo mamá y le vamos a echar ganas’. Ángela y Daniela son hijas del amor, muy pensadas, deseadas y queridas, cambiaron mi vida y la de la familia por completo.
Vale la pena luchar por tus sueños si realmente lo deseas, ¡luchen hasta el último momento para lograrlo! Después de intentarlo muchas veces, por muchos medios, lo logré y esto lo vale por completo.”
Según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si tienes más de 35 años y has intentado tener un bebé durante 12 meses o más sin resultados, necesitas la ayuda de especialistas en Reproducción Asistida, que detecten con precisión qué es lo que te ha impedido lograrlo.
Si te sientes identificada con la historia de Alba, recuerda que existen muchas alternativas de Reproducción Asistida pueden ayudarte a conseguir tu sueño.
En Ingenes contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que han decidido tener un bebé y están dispuestas a todo para lograrlo. Este programa se enfoca en identificar qué está obstaculizando tu sueño y nos ayuda a desarrollar un plan de tratamiento personalizado, el cual es llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de expertos en fertilidad.
¡Ven y déjanos ayudarte a Bajar a tu Estrella del Cielo!
La Fecundación In Vitro se ha convertido en el tratamiento de Reproducción Asistida más efectivo para lograr un bebé, gracias a que ofrece tasas de éxito superiores a otros tratamientos.
Este tipo de alternativa es efectiva no sólo ante problemas de fertilidad, sino incluso para que parejas de mujeres y mujeres solteras puedan vivir su maternidad.
La Fecundación In Vitro es un tratamiento que se realiza desde los años 70, y se ha ido perfeccionando con el paso de los años, gracias al avance de la ciencia y la tecnología.
Es un tratamiento de Reproducción Asistida de alta complejidad, por la serie de procedimientos utilizados para mejorar la fertilidad, obteniendo la unión del óvulo y el espermatozoide en un laboratorio.
Su implementación es ideal para personas que presentan impedimentos para tener un bebé, por ejemplo:
Y como mencionamos anteriormente, la Fecundación In Vitro se convirtió en una alternativa eficaz para que parejas de mujeres y mujeres solteras puedan tener un bebé 100% propio.
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“Si tienes menos de 35 años, has intentado tener un bebé por 12 meses o más tiempo y no lo has conseguido, necesitas ayuda de un tratamiento de Reproducción Asistida. Al igual que si tienes más de 35 años de edad y lo has intentado por 6 meses o más, lo cual está establecido por la Organización Mundial de la Salud. Y un buen diagnóstico es el primer paso para saber si se es candidata a Fertilización In Vitro”.
Explica la Dra. Érika Salinas, Bióloga de la Reproducción Humana en Ingenes Querétaro.
La fertilización in vitro requiere del seguimiento y monitoreo constante de un experto en Reproducción Asistida, para evitar riesgos y complicaciones durante todo el proceso, que consta de 5 pasos para llevarse a cabo:
Una mujer libera un óvulo por mes, por lo tanto, en este paso es necesaria la administración de medicamentos, que servirán para estimular los ovarios y que estos liberen varios óvulos, para poder ir al segundo paso.
En este paso ocurre la extracción de óvulos, utilizando un ultrasonido adaptado con un aditamento, que succiona los folículos para obtener óvulos maduros.
Lo ideal es obtener entre 10 y 20 óvulos para realizar el tratamiento y tener mayor probabilidad de éxito.
En este punto es importante mencionar que, en caso de no obtener una suficiente cantidad de óvulos, o que estos no sean de una calidad suficiente, es muy probable que tu especialista en fertilidad no continúe con el siguiente paso, ya que hacerlo de esta forma podría comprometer el éxito de tu tratamiento.
Si esto ocurre así, tu especialista y tú revisarán lo que ocurrió en los pasos anteriores y comenzarán con un nuevo protocolo de estimulación para extraer más y mejores óvulos en un siguiente ciclo menstrual.
Aquí la muestra de semen, ya sea de la pareja o de un donador, se somete a una técnica llamada: capacitación espermática, que funciona para incrementar el potencial de fertilidad de los espermatozoides.
Una vez realizada esta técnica, se colocan los mejores espermatozoides junto con los óvulos de mejor calidad en una placa de laboratorio, para dar paso a la fecundación, y formar así a los embriones.
Ya formados los embriones, estos se colocarán y mantendrán en incubadoras especiales, y son monitoreados de forma constante para analizar que crezcan y se desarrollen de manera apropiada.
Posterior a esto, embriólogos especialistas seleccionan los mejores embriones para que puedan ser transferirlos al útero.
Los embriones ideales se colocan dentro del útero de la mujer mediante un catéter, un proceso indoloro, que requiere técnicas avanzadas de selección para evitar embarazos múltiples.
Cabe mencionar que el útero y el cuerpo completo de la mujer también debe ser preparado y estar en óptimas condiciones para recibir a los embriones. Una vez concluido este paso, la paciente debe esperar entre 9 y 11 días para realizar una prueba de embarazo.
A continuación, te damos algunas claves que pueden ayudarte a garantizar el resultado que esperas, si estás considerando recurrir a la técnica de FIV.
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En Ingenes hemos perfeccionado la técnica de Fertilización In Vitro a través de nuestros Programas Multiciclo, con los que ofrecemos hasta 4 ciclos FIV diferentes para garantizar hasta 96% de probabilidades de lograr un bebé en casa.
Además, estamos tan seguros de la capacidad de nuestros especialistas en fertilidad y de la tecnología utilizada en nuestro laboratorio FIV, que brindamos la opción de poder acceder a la devolución del 100% del dinero en caso de no lograrlo.
¿Deseas comenzar ya el camino que te llevará hasta tu bebé? Solo da clic en el botón de abajo y podrás iniciar a planear la vida junto a tu bebé tal y como te la imaginas.
Louise Brown es la primera “bebé probeta” nacida en todo el mundo, concebida por Fecundación In Vitro (FIV) el 25 de julio de 1978 en Royton, Inglaterra. Su nacimiento representó un hito en la historia de la humanidad y una nueva oportunidad para que millones de personas en todo el mundo pudieran cumplir su sueño de convertirse en padres.
El fisiólogo Robert Edwards, el ginecólogo Patrick Steptoe y la embrióloga Jean Purdy, fueron el equipo médico que hizo posible uno de los nacimientos más importantes de toda la historia de la humanidad, cuyas investigaciones fueron reconocidas con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 2010.
El equipo conoció a los padres de Louise en 1976, quienes llevanban 9 años tratando de embarazarse debido a problemas de factor tubárico, ya que su madre tenía las trompas de Falopio obstruidas. En noviembre de 1977 comenzarían las preparaciones para el procedimiento: su estimulación ovárica, fertilización e implantación en el útero, que nueve mese después traería al mundo a la primera “bebé probeta”.
Al día de hoy, más de 40 años después del nacimiento de Louise Brown, en todo el mundo han nacido más de 8 millones de bebés vía Fecundación In Vitro, cuyo número es liderado por países europeos, seguidos de Estados Unidos y América Latina.
Actualmente, cada año se realizan alrededor de 2.5 millones de ciclos de Fertilización In Vitro, resultando en unos 500 mil alumbramientos; lo que significa que cada hora nacen 57 nuevos bebés vía FIV alrededor del planeta.
Sin embargo, este tipo de procedimiento que forma parte de múltiples técnicas y tratamientos pertenecientes a la Reproducción Asistida, continúa arrojando algunas dudas e incertidumbre, principalmente debido a la falta de educación en términos de salud reproductiva; manteniendo estos como un tema tabú, aún en muchas partes del mundo.
Una de las principales incógnitas respecto a la primera bebé nacida vía FIV en el mundo, se relaciona precisamente con muchas de las dudas que persisten respecto a este tipo de procedimientos: ¿Cómo es la vida de una persona concebida mediante técnicas de Reproducción Asistida?
Louise de 44 años vive en la ciudad de Bristol, Inglaterra, su comunidad de origen, con sus dos hijos, Cameron y Aiden de 15 y 8 años respectivamente; quienes nacieron sin ayuda de ningún tratamiento de Reproducción Asistida.
“Yo no he tenido que pasar por ese proceso. Pero lo hubiera hecho, sin duda, si lo hubiera necesitado”.
explica Louise en entrevista para El País en 2019.
La mujer cuyo nacimiento fue un acontecimiento extraordinario, lleva una vida relativamente ordinaria al sur de Reino Unido junto a su familia, interrumpida ocasionalmente por presentaciones en televisión y conferencias alrededor del mundo; contribuyendo a demostrar que recurrir a la Reproducción Asistida para crear vida no debe ser un tabú, y que la ciencia es el camino para que millones de personas en el mundo puedan cumplir uno de los sueños más importantes de toda su vida: ser padres.
“Es triste que 41 años después de que yo naciera todavía siga siendo un tema tabú. Hay mucha gente que no quiere decirlo a su entorno, que no lo normaliza. Es una etapa compleja y dura, en la que se necesita ayuda.”
Louise Brown para El País.
Después de 40 años del primer nacimiento vía Fertilización In Vitro en el mundo, los avances en este campo han permitido ampliar el número de personas que pueden apoyarse de este tipo de tratamientos para crecer a sus familias, con una probabilidad de éxito cada vez mayor.
La técnica de Fertilización In Vitro ha sido perfeccionada en Ingenes gracias a los tratamientos multiciclo, con los que brindamos hasta 96% de probabilidades de tener un bebé. Una opción que ha permitido a miles de mujeres de hasta 50 años decidir el momento justo para convertirse en mamás, sin importar el tema del reloj biológico.
El Método ROPA de Fecundación In Vitro representa otro paso agigantado en la historia de la Reproducción Asistida, con la posibilidad de crear un embrión a partir del óvulo de una de las mujeres, que se implanta en el vientre de la otra para compartir su maternidad al tener un hijo que sea de ambas.
Actualmente, es posible elegir el sexo de un bebé concebido vía Fertilización In Vitro, con hasta 99% de efectividad, gracias a la técnica Eligender (exclusiva de Ingenes). Lo que no solo representa la posibilidad de tener un hijo del sexo deseado, sino que permite reducir el riesgo de presentar anomalías genéticas relacionadas específicamente con uno u otro sexo.
A medida de que las mujeres van avanzando en su edad reproductiva, existe una mayor probabilidad de presentar alteraciones genéticas en sus embriones, lo que puede ocasionar condiciones futuras que complican la calidad de vida de una persona en el futuro, como el Síndrome de Down o el Síndrome de Turner.
Sin embargo, el estado actual de las tecnologías de Reproducción Asistida, han logrado contar con diferentes estudios cromosómicos como el Diagnóstico Genético Preimplantacional y el Diagnóstico Prenatal, para reducir al mínimo esos riesgos.
Louise Brown y el equipo médico formado por especialistas en Medicina, Fisiología y Embriología, entre otros; no solo representan un antes y un después en la historia de la medicina y la salud reproductiva, sus investigaciones también sirvieron de cimiento para temas tan importantes como los estudios en células madre.
Hoy, la primera bebé In Vitro o “bebé probeta” dedica su tiempo a dar a conocer el hito que representa su vida y cómo la ciencia es un apoyo fundamental para millones de personas en todo el mundo, una oportunidad de alcanzar una de las metas más importantes en la vida de millones de personas en todo el mundo: crear vida.
Las mujeres con ovario poliquístico pueden tener hijos, con ayuda de un tratamiento de Reproducción Asistida específico, basado en una evaluación completa de su salud reproductiva y los intentos previos que hayan tenido.
Claudia te cuenta su historia aquí, sobre los problemas de infertilidad que ella y su esposo atravesaron, y cómo finalmente lograron concebir a su hijo Matías, gracias a la Fecundación In Vitro, después de buscarlo por más de 5 años.
“Estuvimos buscando un bebé por 5 años y nada pasaba. Terminamos yendo a varios ginecólogos y clínicas de fertilidad porque en ningún lado nos aseguraban nada. En una de ellas nos dijeron que la inseminación artificial era una buena idea, aunque no nos sentimos muy a gusto cuando nos lo comentaron, porque también dijeron que no había ninguna garantía de que funcionara. ¿Para qué entonces?
Una amiga me recomendó que viniera aquí y nos hicieron varios estudios. Dijeron que mi esposo tenía baja movilidad en sus espermas (Astenozoospermia) y yo tenía ovario poliquístico. Además nos confirmaron que la inseminación artificial no era una opción muy viable para nosotros, debido a todo esto.
Nos explicaron que, con un tratamiento de varios ciclos de Fertilización In Vitro, tendríamos mejores oportunidades, prácticamente todas con 96%, e incluso teníamos la opción de contar con una garantía por notario público para la devolución de todo el dinero, si no lo lográbamos, eso hizo toda la diferencia.
Desde que iniciamos nuestro tratamiento empecé a notar muchos cambios en mí, física y emocionalmente. El humor no es el mismo para nada, me sentía muy cansada, inflamada y hasta la piel la sentía diferente. No es fácil pasar por todo eso, pero al final, saber por qué lo estás haciendo, te mueve.
La disciplina es fundamental para que una pueda hacer todo al pie de la letra, que las inyecciones y los medicamentos se coloquen siempre a la misma hora.
La verdad es que, puedo decirlo, ¡todo salió como queríamos! En nuestro primer intento me colocaron 3 embriones, ¡y me embaracé! El día que el doctor me dio la noticia fue un momento indescriptible, ¡íbamos a ser papás de un niño!
Aquí me dijeron que las mujeres con ovario poliquístico pueden tener hijos, podemos vivir con esa enfermedad y lograr la familia que deseamos tanto, incluso nosotros que también teníamos otro factor con la baja movilidad de espermatozoides de mi esposo. Me lo dijeron, pero no lo creía del todo hasta que por fin vi mi positivo.
Mi embarazo no fue nada complicado, pude dormir súper bien, hacía de todo, solo después de los primeros dos meses tuve muchas náuseas, pero fuera de eso, todo fue perfecto.
Ver nacer a mi bebé fue un momento simplemente mágico, no hay otra palabra para describirlo. El día que nació, tuvieron que programarme para cesárea porque Matías se enredó en el cordón umbilical, era necesario sacarlo cuanto antes.
En el quirófano todo fue muy rápido, en minutos ya estaba afuera. Cuando nació, de inmediato pude ver sus ojitos y su carita hermosa porque me lo acercaron, ¡por fin lo que tanto había soñado se volvía realidad!
Él me abraza todo el tiempo, mi Mati es muy cariñoso, ¡es el niño más deseado del mundo! Lo esperábamos con todas las ganas, y lo amamos muchísimo.
Mi esposo y yo lo hemos platicado y pensamos contarle todo lo que pasamos, todo sobre nuestro tratamiento de Reproducción Asistida y cada cosa que pasamos para traerlo aquí, toda nuestra historia. Nunca imaginé tener que pasar por esto para poder tener a mi bebé, pero valió la pena cada minuto, ¡amo verlo crecer! Sin duda, él es el mejor regalo que la vida pudo darme.”
El ovario poliquístico es una de las principales causas de infertilidad en México y el mundo, pero este no es un impedimento para que, las mujeres que así lo desean, puedan tener un bebé aún viviendo con este padecimiento.
Hoy en día, existen diferentes alternativas que pueden ayudar a prácticamente cualquier persona que presente esta situación, con hasta 96% de probabilidades de éxito. Sin embargo, es necesario que el tratamiento completo y el control natal posterior sean vigilados de forma exhaustiva por médicos especialistas en fertilidad y Biología de la Reproducción.
Si tienes ovario poliquístico y has intentado embarazarte pero, aún no lo logras, te invitamos a que te acerques con nosotros para recibir una valoración completa de tu salud reproductiva, con el objetivo de identificar el mejor tratamiento que te ayudará a lograrlo.
En Ingenes, hemos atendido con éxito la mayor cantidad de casos de infertilidad en toda América Latina, incluso los más complejos, es por eso que estamos seguros de que podemos ayudarte.
Acércate aquí y cuéntanos tu historia.
Baja reserva ovárica y FIV positiva en su tercer intento, este es el caso de Claudia, quien logró convertirse en mamá de su pequeño Guillermo después de pasar por diferentes clínicas de fertilidad y tratamientos de Reproducción Asistida fallidos.
Ella te cuenta sobre sus dificultades, los prejuicios y la ignorancia que enfrentó por decidirse a tener un bebé siendo mayor de 35 años, cómo logró completar 37 semanas de embarazo y tener un bebé perfectamente sano, aún con un diagnóstico de COVID-19 poco después de su beta positiva.
"Pasé muchísimo tiempo buscando tener un bebé, recorriendo diferentes médicos, ginecólogos, especialistas y clínicas de fertilidad. Ahí nos dijeron que sólo podía tener como máximo, 60% de probabilidades de embarazarme, esto porque mis folículos ováricos no tenían la capacidad suficiente, tenía una baja reserva ovárica, e incluso nos dijeron que teníamos la opción de adoptar.
Yo laboro en una estancia infantil, siempre he trabajado con pequeñitos y me gusta mucho estar rodeada de niños, no sabes cuánto deseaba tener uno, con toda mi alma quería convertirme en mamá.
Hace apenas dos años conocí a mi esposo, hablamos sobre esto y él también tenía ganas de formar una familia, ¡tanto como yo! Él me dio muchas esperanzas para buscar la manera de lograrlo, busqué por todas partes, investigué en internet, con personas conocidas, y así fue como dimos con el Instituto.
Pedimos nuestra cita, y cuando llegamos, el doctor que nos atendió dijo que sí era posible convertirnos en papás, que con el tratamiento de Reproducción Asistida adecuado, las posibilidades eran mucho mayores de lo que antes nos habían dicho, y pues yo casi lloro de la emoción.
Nos hablaron sobre la mejor opción para baja reserva ovárica y FIV positiva, con un tratamiento de varios ciclos de Fecundación In Vitro, dijeron que esta alternativa era la más viable para nosotros, considerando también nuestra edad e historial médico.
Decidimos optar por el tratamiento con 3 ciclos y devolución de tu dinero, queríamos estar lo más seguros que pudiéramos, tener esa garantía si al final no podíamos lograrlo. Después pasó algún tiempo para la preparación antes de la transferencia: medicinas, inyecciones, tener la disciplina para hacerlo todo en tiempo y forma.
Los primeros dos intentos que hicimos no se dieron, y eso no fue nada fácil, debo decírtelo. Además, mientras estábamos en medio de ellos, con toda la presión que tú sabes que implica, hubo algunas personas que no nos sumaban nada, que eran imprudentes y nos desanimaban.
Nos decían que ya estábamos grandes, que para qué lo hacíamos, que desafiábamos la voluntad de Dios..., puros prejuicios e ignorancia, ahora lo veo; pero en ese momento duele tanto y no sabes ni qué decir.
Nuestra familia siempre nos apoyó, y eso no tiene precio, se los agradezco infinitamente. Además, también tuvimos a nuestros doctores, nuestra enfermera y el equipo de aquí que tampoco nos dejó, y cada que íbamos a consulta nos alentaban. Mi doctor incluso fue cómplice de Memo, y me recetó la mejor medicina para lograrlo.
Él ayudó a mi esposo a proponerme matrimonio, ¡en pleno consultorio! Se pusieron de acuerdo desde antes, y cuando llegué a consulta me dijo que debía darme una medicina muy especial, algo que no podía quitarme nunca, la más importante en todo el tratamiento. Yo estaba tan extrañada, hasta con algo de miedo, ¡y de repente sacó de su bata el anillo!
Ellos y nuestra familia, mi esposo y todo eso fue lo que me ayudó a seguir, lo que me mantuvo con ánimos y buena actitud, a pesar de lo difícil que llegó a ser el tratamiento en algunos momentos, sobre todo cuando veíamos ese odioso negativo.
Mi Memo fue un pilar fundamental, mi roca, mi soporte para pasar por cada ciclo de FIV y las malas noticias, me ayudó en cada momento, siempre estuvo a mi lado y no tengo forma de cómo agradecerle eso.
Cuando llegamos al 3er. ciclo nuevo de Fecundación In Vitro estábamos seguros de que esta vez sí iba a darse. No sé por qué, pero lo sentía, ya habíamos pasado por tanto... ¡Y se dio! El día que fuimos por nuestro resultado de la Beta, ¡me dieron mi positivo!
Fue una gran alegría, aunque al siguiente día tuve una mala noticia que no esperaba para nada, me diagnosticaron con COVID-19.
Con baja reserva ovárica y FIV positiva, por fin lo habíamos logrado y de repente pasa esto, fue un proceso duro cuando recibí esa noticia, pero mis doctores me ayudaron a que todo saliera bien, para que llevara mi control prenatal y todo fuera sin complicaciones en mi embarazo.
Mi bebé nació perfectamente a sus 37 semanas de gestación, se adelantó un poquito porque ya lo que quería era nacer, recuerdo bien que estaba súper inquieto los últimos días antes de ver el mundo, y yo también, la verdad.
Jesús Guillermo, ese es su nombre y él es todas nuestras ilusiones, es un niño fuerte y con mucha voluntad, con mucho ánimo todo el tiempo, hasta siento que algo les han de poner extra para que salgan así vivarachos.
Hay que anclarse a la ilusión de tener a tu hijo, podría decir que eso es fundamental para lograrlo, aferrarse, y siempre creer que sí es posible, incluso a pesar de lo que muchas personas te puedan decir, tienes que quitártelo de alguna forma y no dejar de pensar en tu bebé.
No importa todo lo que diga la gente, no lo dudes, no dudes de ti y de todo lo que puedes hacer, porque puedes, yo te lo aseguro, si yo pude tú también, ¡todas! Confía con los ojos cerrados en tus doctores, en tus especialistas en fertilidad, ellos harán lo mejor, tú déjate ayudar."
A partir de 35 años la reserva ovárica de la mujer disminuye considerablemente, y aunque existen otras causas de la infertilidad que podrían estarlo generando, la edad es un factor determinante. Sin embargo, tener una baja reserva ovárica no es un impedimento para que puedas tener a tu bebé.
Sabemos que quizás hayas escuchado frases como: “¿Quieres tener un hijo a tu edad?”, "Ya eres muy grande", "Vas a ser su abuela", pero queremos decirte que frases que eso está basado en prejuicios y no en la realidad; actualmente existen múltiples alternativas para convertirte en madre bajo tus términos y cuando tú lo decidas, con ayuda de la Reproducción Asistida.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que están completamente seguras de querer vivir su maternidad y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Una evaluación que se enfoca en identificar aquello que está obstaculizando tu sueño; y trazar un plan de tratamiento personalizado para que tengas a tu bebé.
Acércate a nosotros y cuéntanos cómo ha sido tu camino para convertirte en mamá, hemos atendido con éxito la mayor cantidad de casos en América Latina, incluso los más complejos, y por eso estamos seguros de que podremos ayudarte.
María del Carmen tiene 50 años, su esposo 58 y ambos deseaban tener un bebé, pero para lograrlo debían tener un embarazo con ligadura de trompas, ya que antes ella había decidido no tener más hijos. Cambiar de opinión y querer experimentar la maternidad a una edad reproductiva avanzada es el deseo de millones de mujeres en todo el mundo, y hoy es posible gracias a la Reproducción Asistida.
Conoce la historia de esta pareja que, después de haber sufrido la pérdida de un primer embarazo y a pesar de haber visitado otras clínicas de fertilidad donde "les cortaron las alas", se convirtieron en los orgullosos padres de 2 cuatitos, con ayuda de un tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro.
“Tengo 50 años y pensé que ya nunca podría convertirme en mamá de nuevo. Fui madre soltera, tengo una hija de 27 años y un hijo de 22. Me operé para no tener más bebés, pero la vida da muchas vueltas y en el camino te pone muchas cosas.
Dicen que si quieres hacer reír a Dios, le cuentes tus planes, ¿no? Aunque pensaba que la maternidad y el amor era algo que había quedado atrás, pasó un tiempo y conocí a mi actual esposo, ya tenemos 14 años juntos y nos amamos muchísimo. Él tiene 58 años, y también tiene un hijo, de 36.
Nosotros teníamos la inquietud de tener un bebé que fuera de ambos y fue por eso que nos apuntamos para ir a una clínica de fertilidad. Al llegar, nos dijeron que solo podría tener mi embarazo con las trompas ligadas, si realizábamos un tratamiento de Fecundación In Vitro.
Lo hicimos de esa forma y me embaracé, pero mi bebé no creció y tuvieron que hacerme una intervención para terminar con mi embarazo, eso nos dejó muy lastimados. Solo quienes pasamos por una pérdida como esta sabemos lo mucho que afecta. Mi esposo y yo tuvimos un duelo de 4 años después de eso, estábamos muy lastimados.
Un día, yendo a la capital de Querétaro por la despensa y otras cosas vi que el Instituto estaba ahí, pasamos varias veces frente al edificio, pensando, comentando y discutiendo si pasábamos o no, hasta que convencí a mi esposo y hablamos para pedir una cita.
Durante esa primera cita sentimos que el trato fue muy profesional, nos hicieron estudios a los dos y luego-luego detectaron algo, y esto aparte de que iba para tener mi embarazo con ligadura de trompas. Resulta que yo traía una bacteria en la sangre, y en realidad, era esto lo que me estaba provocando abortos.
Me dieron medicamento para tratar la bacteria, y a la par nos prepararon para empezar nuestro tratamiento de Reproducción Asistida. Elegimos el programa con 4 ciclos de FIV y la devolución de dinero en caso de no tener éxito, eso nos dejó mucho más tranquilos.
Mi transferencia fue una experiencia hermosa, diría que fue lo mejor de todo el tratamiento, ¡sin duda! Eran 3 embrioncitos los que me pusieron, estaba muy, muy nerviosa, pero también rete emocionada.
Aunque la doctora me dijo que podía seguir con mi vida normal, después de la transferencia no quería ni caminar, no hice ningún movimiento brusco y dejé de trabajar por 8 días; era como un miedo mío, pensé que tenía que poner absolutamente todo de mi parte, y si necesitaba quedarme en cama y solo moverme para ir al baño, así lo haría.
Me hice la prueba de embarazo, y más tarde ese mismo día la doctora me llamó diciendo: ‘Estás embarazada, ¡y parece que son 2!’. ¡Dios! Yo estaba tan emocionada, mi esposo y yo gritamos, ni nos esperamos para dar la noticia, ¡fue una emoción tan grande!
Si tuve miedo, cómo de que no, pensaba en mis 50 años y si mi cuerpo podría con esto, pero después pensé: ‘Si Dios me los está mandando, si él decidió que se quedaran amos en mi vientre pues, eso quiere decir que puedo hacerlo y que me los va a dejar’.
El día que nacieron mis nenes me puse a llorar en cuanto los vi, de los nervios que tenía antes de que llegara el día y por todo lo que había pasado, ¡hasta se me olvidaron los nombres! Mi esposo estaba todo vuelto loco en el parto, ¡él fue quien cortó el cordón! Fue un momento muy bonito.
Yetzel y Adriel, así se llaman mis bebés, y llegaron a darle un giro de 180° a mi vida, nada que ver con lo que recordaba que era ser mamá, no es lo mismo cuando son dos de un jalón, no es lo mismo nunca, siempre te enseñan algo nuevo.
Yo ya los esperaba y sabía que iban a llegar, en algún momento y de alguna forma, no sé cómo, pero llegarían. Aún me parece increíble que haya tenido mi embarazo con ligadura de trompas, me da tanto gusto no haber quitado el dedo del renglón y haber insistido. Ellos le dieron luz a mi casa, y les doy las gracias por haberme escogido como su mamá.
Hay muchas clínicas de fertilidad y ginecólogos que nos cortan las alas, por un mal diagnóstico, por nuestra edad o por las decisiones que tomamos en nuestra vida, pero sí se puede, sí existen nuestras estrellas en el cielo, y sí es posible bajarlas con ayuda de los especialistas en fertilidad adecuados, de Dios, y también poniendo nuestro granito de arena. Amo a mis 4 niños y quiero que sepan que así será aquí y hasta el infinito, hoy y siempre donde quiera que esté".
En caso de que tú también estés intentando un embarazo con ligadura de trompas y no lo hayas logrado todavía, es importante que acudas con especialistas en Biología de la Reproducción, que evalúen el estado completo de tu salud reproductiva.
En Ingenes contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que, como tú, que quieren ser mamás y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te han impedido lograr ese sueño antes, y trazar un plan de tratamiento de Reproducción Asistida personalizado.
Más que una clínica de fertilidad, somos el instituto que ha atendido con éxito la mayor cantidad de casos en toda América Latina, todo gracias a nuestros laboratorios FIV, procesos de investigación continua y tecnología de punta.
Cada caso es llevado de cerca por un equipo completo de expertos médicos y científicos: embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción, biólogos y psicoterapeutas, entre otros.
Estamos seguros de que este es el camino que te llevará hasta tu propia estrellita. Acércate con nosotros aquí y cuéntanos tu historia, nosotros te ayudaremos a escribir la mejor parte con tu bebé a casa.
Mamá es una palabra que tiene múltiples formas y escenarios, y que en México se ha transformado drásticamente durante los últimos años. 53% de las mujeres que son madres en nuestro país han formado una familia distinta al modelo tradicional de madre, padre e hijos; generando múltiples realidades sobre lo que significa la maternidad en nuestro país.
Cada vez más mujeres en todo el mundo están tomando la decisión de no tener hijos. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hace más de dos décadas; en el año 1999, las mexicanas tenían casi 3 hijos en promedio; sin embargo, para 2020, ese número descendió hasta 1 solo bebé.
La realidad global muestra la misma tendencia desde la década de 1960, con una baja progresiva en el número de nacimientos.
No obstante, aún existen muchas mujeres que desean vivir su maternidad, aunque quizás no bajo las mismas normas que regían a las familias tradicionales hace varias décadas.
Aún cuando la fecundidad y los deseos de maternidad van a la baja en todo el mundo; para el año 2020, 7 de cada 10 mujeres mexicanas mayores de 15 años tuvieron al menos 1 hijo; representando un total de 72.4% del sector total de ese sector de la población.
Lo anterior quiere decir que, menos del 30% de las mujeres mexicanas en edad reproductiva no tienen hijos o no han decidido hacerlo aún, y que la gran mayoría de estas personas aún están optando por ejercer su maternidad.
Pero, los deseos de ejercer o posponer esta opción de la vida de una mujer, no es lo único que se ha transformado de forma drástica en nuestro país. Las madres mexicanas de hoy, han tomado diferentes caminos y viven realidades distintas que es necesario reconocer y visibilizar.
Más de la mitad de las mamás mexicanas ejercen esta parte de su vida de una manera diferente a la tradicional (mujer casada y con hijos), y únicamente 47% de ellas se encuentran casadas.
Cerca de 77% del total de las madres solteras en nuestro país tienen uno o dos hijos y prácticamente el mismo porcentaje de ellas participan activamente en diferentes sectores de nuestra economía, lo que se traduce en una gran cantidad de madres solteras que sostienen la economía familiar.
Aunque la mayoría de las mujeres que son madres en México, continúan ejerciendo su maternidad estando casadas, una mayor cantidad de mujeres lo hace de forma distinta, dando pie a una amplia diversidad en los tipos de familia en nuestro país.
Ser mamá es una decisión que cada mujer debe poder ejercer de forma libre, sin presiones de la sociedad, de su familia o de cualquier otra persona; y aunque un número de mujeres cada vez mayor está optando por no ser mamá, existen muchas otras que desean serlo y enfrentan todo tipo de escenarios complicados para consolidar ese sueño.
En México, 15% de las mujeres en edad reproductiva que desean ser mamás, enfrentan problemas para concebir al intentarlo con sus parejas, pero muchas de ellas han logrado alcanzar su objetivo con ayuda de distintas técnicas de Reproducción Asistida.
Contrario a lo que algunas personas suelen pensar, las mujeres que deciden hacer todo lo que está en sus manos para ser mamás son tan diversas como la realidad misma. Algunas han enfrentado situaciones médicas complejas, y otras han optado por hacerlo sin pareja o con su pareja mujer:
Cisne es una mujer que decidió ser madre soltera con ayuda de un tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro.
Cecilia es una mujer que decidió posponer su maternidad hasta que estuviera lista y tuvo un embarazo después de los 48 años.
Karla y Marilú decidieron compartir su maternidad y tener un hijo de las dos con ayuda del Método ROPA de Fertilización In Vitro.
Ser madre en México tiene múltiples formas y diferentes escenarios, pero todas las maternidades deben ser elegidas, ya que esto incide directa y positivamente en la calidad de vida de la familia, de su entorno y de la comunidad entera.
Ingenes McAllen, nuestra primera sucursal en abrir sus puertas en los Estados Unidos, fue reconocida como miembro de la Cámara de Comercio de McAllen, Texas; que representa a la comunidad empresarial de McAllen en todos los niveles para impulsar aquellas organizaciones que promueven el crecimiento económico, la innovación y el desarrollo de la región.
La Cámara de Comercio de McAllen en el estado de Texas en los Estados Unidos fue fundada en 1925 con su precursor, el Club de Hombres de Negocios de McAllen, que impulsó la creación de la ciudad en el año 1911.
Actualmente, esta cámara es la más grande en un área de 15 condados, y es ampliamente reconocida como la más innovadora, progresista y por estar siempre a la vanguardia en el impulso, la creación y el desarrollo de nuevos esfuerzos empresariales del área.
Su objetivo principal es ayudar a las diferentes compañías estratégicas de McAllen a tener éxito y acelerar las conexiones y redes entre las empresas miembro, para impulsar la economía de la ciudad, su imagen, y con ello, contribuir a mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes.
Como representante de toda la comunidad empresarial del área, la Cámara de Comercio de McAllen funciona como un catalizador para hacer crecer la economía a través de distintos ejes clave:
En abril de 2022, nuestro Instituto en McAllen, Texas fue reconocido como parte de la Cámara de Comercio de McAllen, sumándose a más de 1,300 empresas miembro, que mantienen los más altos estándares en cada uno de sus procesos, garantizando productos y servicios de la más alta calidad.
Como Instituto líder en tratamientos de Reproducción Asistida en Latinoamérica, nos enorgullece ampliar nuestros horizontes hacia los Estados Unidos, para poder ayudar a que cada vez más mujeres puedan cumplir su sueño de transformarse en madres, con apoyo de los grandes avances científicos que se han dado en este campo, y que ahora están aún más al alcance de todas las personas.
Nuestra sucursal Ingenes McAllen, representa una gran oportunidad para miles mujeres que desean tener un bebé pero que, por diferentes motivos, aún no lo han logrado. Nuestras tasas de éxito son las más altas en América Latina y 10% más que cualquier otra clínica de fertilidad en los Estados Unidos.
Nos sentimos orgullosos de incursionar en el mercado estadounidense, iniciando en una comunidad tan vanguardista y con un amplio potencial de crecimiento en todos los niveles.
Formar parte de una organización tan prestigiosa como la de la Cámara de Comercio de McAllen es algo que nos impulsa a continuar dando los mejores servicios en salud reproductiva, y una muestra de que este tipo de alianzas son clave para continuar ampliando el acceso a servicios avanzados de Reproducción Asistida a cada vez más personas.
Ser madre soltera es una decisión por la que muchas mujeres son cuestionadas todos los días, debido a prejuicios y desinformación. Noemí decidió que su deseo por ser mamá era mucho más importante que cualquier idea preconcebida sobre hacerlo sin pareja, y lo logró después de cumplir 46 años.
Ella te cuenta cuál fue el camino que la llevó a querer ser mamá soltera, sobre la presión que enfrentó al decidirse por hacerlo, y el tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro con el que logró a sus cuatitas.
“¡Al ver a mis cuatitas por fin estaba en shock! Cuando llevas un tratamiento y te transformas en mamá creas un lazo tan fuerte con tus pequeños, quizás aún más que otras madres que lo logran sin ayuda, porque luchaste muchísimo para que puedan estar contigo.
Yo tengo 46 años y soy de Poza Rica, Veracruz. Quería ser mamá antes de que cumpliera mis 30, pero por una u otra cosa no fue así. Desde que tenía 25 años supe que algo no estaba funcionando muy bien conmigo y fui con mi ginecóloga para saber qué pasaba.
Me hizo distintos estudios, pero nunca encontró alguna enfermedad, mi doctora dijo que todo estaba bien. En ese entonces, yo tenía una pareja que no estaba muy de acuerdo con hacer un tratamiento de fertilidad, así que lo seguimos intentando de manera “natural” por otros 5 años más.
Cuando llegué a los 30 me separé de él, y ahí fue cuando decidí seguir este camino por mi cuenta, porque yo en verdad quería ser madre. Después de eso llegué al Instituto y, la verdad que estaba muy nerviosa, jamás es fácil iniciar un tratamiento de Reproducción Asistida, y menos si lo haces sola, pero este anhelo es mucho más grande que cualquiera de esos prejuicios que pueda tener uno sobre ser madre soltera.
Mientras estaban haciéndome estudios aquí, descubrieron que yo tenía un pequeño mioma en el útero, y eso era lo que podía estar impidiendo que cualquier embrioncito pudiera implantarse, pero me dijeron que, aún con eso, yo podría ser mamá.
Piensas que al pasar los 30 años ya eres grande, te lo dicen en todas partes, y el sueño de estar embarazada lo ve una cada vez más lejano, pero no es así.
Comenzamos la Fertilización In Vitro, la hicimos con un donante de esperma; y claro que sí, claro que fue duro, no te voy a decir que fue lo más sencillo del mundo para mí. Y es que, desde niñas nos enseñan que tener un bebé siempre se hace en pareja, que no puedes hacerlo sola, ¡pero eso es falso! Y además, nunca estuve sola.
Yo siempre tuve el apoyo de mi familia, principalmente de mi mamá , ella me ayudó a colocar algunos de mis medicamentos, estuvo ahí para escucharme y para animarme en todo. Ser madre soltera no quiere decir que estás sola, siempre hay alguien para ti, tu familia, tus amigos y tus doctores son tu red de apoyo.
¿Qué fue lo mejor de toda esta experiencia? Bueno, además del día que nacieron, ¡el día de mi transferencia! No podía creerlo cuando estaba en esa etapa, recé muchísimo para embarazarme en mi primer ciclo y así fue.
A los 15 días me hice la prueba de embarazo y al día siguiente me habló mi doctora para decirme: ‘¡Felicidades Noemí, lo logramos!’ Me embaracé de dos hermosas princesas, ¡estaba tan contenta! El día que por fin pude verlas estaba fuera de mí, todo eso por lo que tanto había soñado y luchado por fin era una realidad.
En ese momento es cuando crees en el amor, cuando te vuelves una con tus hijas y creas un lazo tan fuerte, ¡es instantáneo!
Si quieres ser madre soltera, con pareja o como sea, ¡lucha por tu sueño! Lucha sin importar que tan pesado sea, tienes que darlo todo. Ahora que estoy con mis niñas en casa, que las estoy viendo crecer, correr y descubrir el mundo, eso me llena el corazón. Si supiera que ellas son quienes me esperaban al final de mi tratamiento y de lo que he vivido hasta ahora, lo volvería a hacer todo de nuevo, porque por ellas es que yo vivo”.
Si tienes 40 años o más y quieres ser madre soltera, debes saber que la Reproducción Asistida brinda múltiples alternativas para que puedas consolidar tu sueño, como la Inseminación Artificial o la Fertilización In Vitro con apoyo de un banco de esperma.
El momento justo para ser mamá es cuando tú te sientas lista, y hoy en día el reloj biológico ya no es un freno. Acércate aquí, cuéntanos más de ti y cómo te imaginas siendo mamá, nosotros te ayudaremos a delinear el camino para hacer realidad el escenario que imaginas contigo cargando a tu bebé.
Maite perdió un bebé a las 5 semanas de gestación y, posteriormente, tuvo abortos recurrentes. Ella te cuenta su historia y cómo después de un primer ciclo de Fertilización In Vitro, sus especialistas en fertilidad detectaron que una enfermedad autoinmune estaba provocando que sus embarazos no llegaran a término.
"Yo tenía una enfermedad autoinmune, SAF (Síndrome Antifosfolípido), y eso me provocó abortos recurrentes a lo largo de los años. A los 3 meses de que mi esposo y yo nos casáramos, me embaracé, pero perdí mi bebé a las 5 semanas...
Fue muy doloroso, más de lo que puedes imaginar, y de todas las maneras, física, mental y emocionalmente. Tuvimos que dejar pasar algún tiempo para recuperarnos de eso. Mi esposo y yo viajamos e intentamos despejarnos, pero no fue sino hasta después de 2 años que hablé al Instituto.
Aquí, me hicieron una serie de análisis y en un principio no encontraron alguna cuestión que me impidiera embarazarme, ni tampoco algo relacionado con mi esposo.
Me hicieron un primer ciclo de Fertilización In Vitro, ¡y en la primera cayó! Después fuimos a nuestra revisión, pero no había latido y me tuvieron que hacer un legrado.
Cuando eso pasó, mis doctores revisaron todo lo que habíamos hecho en ese intento, de principio a fin, y después de un tiempo descubrimos todo. Resulta que yo no tenía problema para embarazarme, pero la razón de que estuviera perdiendo a mis bebés era que tenía SAF (Síndrome Antifosfolípido).
Me dieron medicina especial para controlarme este tema que estaba provocando mis abortos recurrentes, junto con los otros medicamentos hormonales para mi nuevo ciclo de Fertilización In Vitro. Hicimos varios ajustes a lo largo del camino y llegamos a mi 3er. FIV, en el que me pusieron 3 embriones.
Llegamos con mucho miedo a mi primer eco, pero vimos 2 bolsitas, escuchamos 2 latidos y fue increíble, sentimos muchísima emoción, aunque me daba miedo si podría tener la capacidad física para que esos dos seres se desarrollaran dentro de mí.
Fui para hacer mi prueba de embarazo y la doctora me dijo que era positivo, pero mi Beta estaba tan alta ¡que probablemente eran 2 bebés!
Después pensé que si la vida me había mandado a 2 personitas era porque yo podía hacerlo. Mi embarazo fue complicado al principio, tuve que estar en reposo absoluto porque tuve algunos sangrados, pero a partir del 4to. mes logré disfrutar mi embarazo al máximo, ¡fue maravilloso sentirlas creciendo dentro mío! Quería que todo el mundo viera mi pancita.
Logramos llegar a las 36 semanas, en ese momento mis bebés ya pesaban más de 2 kilos y me programaron para el día de su nacimiento. Isabela y Victoria llegaron a este mundo el 12 de septiembre de 2019, ¡fue padrísimo! Mi esposo estaba tan emocionado.
A todas las mujeres que están pasando por lo mismo, si han tenido abortos recurrentes y no saben cuál es la razón, yo les diría que no se dejen, que el sueño de ser mamás se puede lograr, hay que creérselo y luchar con todas tus fuerzas.
Yo sé que van a encontrar muchas piedras en el camino y que, a veces, parece que solo fuera eso, pero debes levantarte, debes encontrar la forma y hacerlo, y créeme que lo lograrás. Y cuando te conviertas en mamá será lo más maravilloso del mundo.
No cambio por nada a mis niñas, el cariño que les tengo es un amor indescriptible. Quiero decirles a ellas, a mi Isabela y a mi Victoria, que les doy las gracias por escogerme como mamá, gracias por haber escuchado mi súplica de que llegaran a casa, son preciosas y las amamos con todo el corazón, las esperamos tanto y ustedes son lo más especial que existe en el mundo, quizás tardamos tanto porque solo así podían ser perfectas, y lo son. Ustedes lo son todo para nosotros".
Un aborto espontáneo es la pérdida del embarazo antes de las 20 semanas de gestación; sin embargo, cuando ocurre dos o más veces consecutivas, se conoce como pérdida gestacional o abortos recurrentes.
Si este es tu caso, queremos decirte que existen distintas causas que pueden estarlo provocando, como problemas fetales, trastornos hormonales o inmunológicos, por lo que es importante que acudas con especialistas en fertilidad que puedan determinar la razón específica de estas pérdidas.
Sabemos que en este camino, perder un bebé es lo más difícil que podrías experimentar; pero queremos que tengas presente que siempre existen alternativas para lograrlo.
Acércate aquí y cuéntanos lo que has atravesado, para trazar un tratamiento específico que te lleve a terminar tu embarazo y tener a tu bebé en casa.
El método ROPA para quedar embarazada es un tratamiento de Reproducción Asistida, que permite a las parejas de mujeres experimentar una maternidad compartida; es decir, tener un hijo o hija que será de ambas. Este fue el caso de Guadalupe, quien junto con su esposa lograron al pequeño Matías; ella te cuenta su historia aquí.
Dentro de las diferentes alternativas que ofrece la Reproducción Asistida, existe un tratamiento denominado Método ROPA, también conocido como maternidad compartida; que utiliza la técnica de Fertilización In Vitro (FIV) para formar un embrión con el óvulo de una mujer, que se implantará en el vientre de otra.
Aunque este uso de FIV suele ser más conocido y utilizado en procesos como el de la Maternidad subrogada o vientre de alquiler; los avances científicos en este campo nos permiten ampliar su aplicación para consolidar el sueño de millones de parejas de mujeres que han decidido convertirse en madres.
El Método ROPA para quedar embarazada llevado a cabo con familias homoparentales de dos mujeres, consiste en utilizar el óvulo de una para formar un embrión, con apoyo de un donante de esperma. Una vez que el embrión se ha desarrollado de forma exitosa, se procede a su implantación en el vientre de la otra mujer.
De esa forma, una de ellas se convertirá en madre biológica y la otra en madre gestante; sin embargo, ambas estarán brindando su material genético al embrión. De esta forma, las parejas de mujeres que deciden realizar el Método ROPA, pueden vivir su maternidad como pareja y así crecer a su familia.
“Nuestra familia quizás no esté dentro de la norma, pero tiene tanto amor e incluso más que la de cualquier otra persona. Mi pareja y yo teníamos ya 8 años juntas cuando platicamos que queríamos tener un bebé. Nos pusimos las pilas para explorar todas las opciones y nos encontramos con el Método ROPA para quedar embarazada.
Investigamos todo sobre esto por internet, nos metimos a todas las páginas que vimos, y si encontramos distintas alternativas para nosotras, como la inseminación artificial; pero esta fue siempre nuestra primera opción. Para comenzar con todo, primero fuimos con un ginecólogo y lo intentamos con él tres veces, pero nunca se logró.
Él fue muy sincero, se lo agradezco mucho, nos dijo que no sabía exactamente por qué no funcionaba y nos recomendó el Instituto, dijo que aquí era algo seguro.
Los busqué y me registré por internet, me llamaron para la cita y cuando llegamos con nuestro especialista de fertilidad aquí, todo lo que me dijo me hizo sentir que él realmente sabía de lo que hablaba. Él nos inspiró mucha confianza; aunque, también me sentía preocupada porque hacer un tratamiento de Reproducción Asistida implica tantas ilusiones, y la verdad, muchos gastos.
Nos explicaron el tema de los programas multiciclo que son más complejos y con mayores probabilidades de éxito, pero su costo es algo para lo que una no está preparada, sinceramente. Lo que nos hizo continuar fue que aquí nos daban la garantía de que, si no lo lográbamos, nos devolverían nuestro dinero, eso hizo la diferencia y nos súper animamos a intentarlo.
Antes de llegar aquí no me habían dado un diagnóstico como tal, en realidad no creí que lo necesitara, pero antes de cualquier cosa, antes de decirnos de los paquetes y todo, me dijeron que necesitaban evaluar mi útero, mis ovarios, mi salud reproductiva completa, porque eso podría generar ajustes con medicamentos, intervenciones u otros análisis; para personalizar mi tratamiento y darme todas las probabilidades que se pudieran para nosotras.
Después de la evaluación me dijeron que tenía ovario poliquístico, y aunque eso no era un impedimento para tener a mi bebé, contar con más de un ciclo de FIV sería mucho más seguro.
Mi esposa y yo lo platicamos, checamos bien las opciones y nos decidimos por el plan de 3 ciclos de Fecundación In Vitro con garantía, con el que nos devolverían 50% del dinero en caso de no lograrlo. Y mira que fue un gran reto juntar todo, pero estaríamos mucho más tranquilas así.
En el primer ciclo nos inyectamos hormonas y ambas tomamos los medicamentos, nos preparamos las dos, atravesamos cada inyección juntas y eso nos daba fuerza, ya te imaginarás las dos llenas de hormonas juntas, la casa de repente andaba patas pa'rriba con las dos llorando; pero fuera de eso nos fue muy bien en toda la preparación.
Cuando llegó el momento, a mi pareja le hicieron su punción ovárica, y elegimos el donante perfecto del banco que también tienen aquí, ¡todo estaba listo y yo era un manojo de nervios! Después implantaron el embrioncito en mi vientre, no hay palabras para describir ese momento tan mágico, cuando me lo pusieron vi un destello en la pantalla, como una estrellita que brillaba ahí.
Me hicieron la prueba de embarazo y fue positiva, pero no había embrión. Eso fue algo tan fuerte, aún lo recuerdo y me cuesta un poquito; eso es lo más fuerte de todo esto, no las inyecciones, no la espera, hacerlo todo, ilusionarte y que todo se desmorone en un segundo cuando no hay nada en el ultrasonido.
Esperamos un mes después de eso, mis médicos se reunieron para revisar todo lo que habíamos hecho, lo consultaron con otros que también están ahí, y nos explicaron que cambiaríamos un poco el proceso para este nuevo ciclo número dos.
Eso no fue todo lo que cambió, nosotras también cambiamos nuestra mentalidad, porque antes teníamos mucho miedo, yo sentía tanta incertidumbre; pero en esta segunda FIV me propuse ser lo más positiva posible, intentar pensar solo en que sí se iba a dar.
Volvimos a dar positivo, pero ahora quisimos llevar todo con calma, no alterarnos de más y esperar lo más tranquila posible; y justo cuando pasaron tres semanas, ¡escuchamos su corazón! Su corazoncito hermosos estaba ahí, dentro de mí latiendo con todas sus fuerzas, se escuchaba tan rápido, tan fuerte, ese fue el mejor momento de toda mi vida.
Mi esposa y yo estuvimos juntas todo el tiempo, desde el segundo uno que decidimos aventarnos por el Método ROPA para quedar embarazada e incluso cuando Matías nació. ¡Eso fue tan emocionante!
Quiero aprovechar esto para dirigirme a todas las parejas de mujeres que están pensando en transformarse en mamás, quiero decirles que no les importe el qué dirán, ¡atrévanse! La familia no tiene solo una definición, existen todo tipo de familias en México y todo el mundo, y lo que más importa es su deseo y sus ganas de compartir todo el cariño con un ser que será de ambas. ¡Nada ni nadie más importa!
Nuestra familia quizás no está dentro de la norma, pero tenemos tanto amor como las demás e incluso muchísimo más, estoy completamente segura de ello. Somos 2 mamás que lo adoran y mi Mati tiene 2 pares de abuelas y abuelos, somos las más afortunadas del mundo.
Hoy todo lo que hacemos es entorno a él, y Matías siempre va a contar con una o con otra, eso me tiene completamente tranquila porque siempre tendrá a alguien junto a él”.
En caso de que ú y tu pareja estén considerando utilizar el Método ROPA para quedar embarazada es importante que acudan con especialistas en fertilidad para que evalúen la salud reproductiva de ambas, y les brinden un tratamiento de Reproducción Asistida considerando esto.
Para la mujer que decide aportar los óvulos, será particularmente importante evaluar su reserva ovárica. Mientras que, para la mujer que gestará el bebé, es importante que su útero y el resto de su cuerpo esté en óptimas condiciones.
Si deseas compartir la maternidad con tu pareja mujer, te invitamos a entrar aquí y contarnos más sobre tu historia, y así trazar el mejor camino para tener a su bebé.
Clara tiene útero retroverso, una condición que es muy común en las mujeres y, en ocasiones, puede complicar que logren concebir. Conoce aquí su historia y cómo se transformó en mamá de su pequeño Pedro cuando tenía más de 39 años.
El útero retroverso, útero retrovertido o útero invertido es una condición en la que la matiz o útero de la mujer se encuentra al interior del cuerpo de forma diferente a la que normalmente debería estar, con una inclinación hacia atrás, en lugar de hacia adelante; algo tan frecuente que, 1 de cada 5 mujeres lo experimenta.
Esta condición puede existir desde el nacimiento, o puede desarrollarse posteriormente, como ocurre con algunas mujeres en edad reproductiva avanzada, debido al debilitamiento de los ligamentos pélvicos al momento de la menopausia.
El tejido cicatrical o las adherencias pélvicas también pueden generar que el útero se mantenga en una posición retrovertida, las cuales suelen ocurrir debido a:
"Yo tengo útero retroverso, el útero invertido; es decir que, mi matriz está en una posición diferente a la que debería, una posición que no es ideal para concebir un bebé.
Lo intentamos muchísimo mi esposo y yo antes de venir aquí, y cuando llegamos, yo ya tenía 39 años. El día de mi primera consulta me explicaron que, a medida que pasa el tiempo la fertilidad disminuye, y que después de los 35 años se vuelve más complicado quedar embarazada.
Fue muy duro saber que mi edad era un factor tan determinante, pensaba en todo lo que hice en lugar de tener a mi bebé; y no me malinterpretes, no me arrepiento de las decisiones que tomé en mi vida y todo lo que quise realizar pero, quizás, hubiera empezado este camino mucho antes.
Después de la revisión ginecológica, de considerar el tema de mi útero retroverso, mis análisis y los de mi esposo, nuestros médicos dijeron: 'Te podemos ayudar'. Se lo dije a mi marido, si queríamos tener un bebé, si queríamos tener a nuestro hijo debíamos hacerlo todo y atravesar cada paso, considerar todas las alternativas y hacer lo que sea para tenerlo.
Nos decidimos por un tratamiento multiciclo con 4 Fertilizaciones In Vitro y empezamos todo el proceso, la estimulación ovárica con las hormonas y todo. Pasar un programa de Reproducción Asistida es desgastante, física y también mentalmente, pero tienes que sacar desde adentro de ti la fuerza, la voluntad y las ganas para hacerlo.
Cuando fue mi punción ovárica y después de la fertilización, les pregunté mis doctores cuántos embriones habían sido. Después pensaba: '¿Funcionó?, ¿estarán creciendo?' Sentía mucho miedo de que algo no saliera como debería.
El día de nuestra transferencia yo estaba hecha un manojo de nervios, no quería ni entrar, era mucha incertidumbre, pero mi esposo me tranquilizó, fue mi tronco igual que en todo el tratamiento, y me dijo: 'Muchas veces las cosas del cuerpo dependen de la mente, Clara, repite después de mí: Yo soy una mujer fuerte y vengo de una generación de mujeres fuertes, fértiles, que tuvieron hijos sanos y felices, ¡y yo también los tendré'.
Me hizo sentir como la mujer más fuerte del mundo, y cuando entré, yo iba como si fuera una Chica Superpoderosa. Me pusieron a mis embrioncitos, y pues, ya todo era esperar. Podía ser que funcionara o podía ser que no pero yo, ¿te digo algo? Yo ya sabía que estaba embarazada.
Soy de las personas que piensan que los tiempos de Dios son perfectos, así soy yo, también creo en que las cosas pasan cuando deben de pasar y que todo en este mundo es por algo... ¡y en mi primer intento cayó!
Uno de los momentos más felices de toda mi vida fue cuando vi los puntitos en el líquido amniótico, cuando lo vi en mí por primera vez.
Después, continuamos acudiendo a nuestras citas para ver cómo se iba formando y, cuando fue tiempo, me dijeron que sus pulmoncitos estaban perfectos, estaba listo para nacer, ¡y yo también estaba lista para conocerlo!
El 4 de octubre de 2019 estábamos en el hospital, y a las 5:00 am mi bebé nació. Mi esposo estaba ahí, él vio todo, los doctores trabajaron un poquito para que saliera porque se aferraba a mi pancita, a su primera casita, cuando lo oí llorar fue hermoso.
Pedro nació perfecto, estuvo conmigo piel con piel cuando salió, eso fue todo y ahora nos pertenecemos, somos el uno para el otro. Inténtalo, por favor, haz un intento aquí, uno más, si no puedes tener un bebé inténtalo todo, vence todos tus miedos, ¡tú también puedes hacerlo!
Mi hijo Pedro ya camina, el tiempo pasa tan rápido con él, hace todo, ¡el mundo es de él! Apenas tiene14 meses, pero ya es todo un torbellino. Ahora tengo a una persona que depende al 100% de mí, cada cosa que hago, cada pensamiento es por y para él.
Cuando mi hijo sea mayor y pueda entender todo lo que tuvo que pasar para que esté hoy aquí le diré que, sin importar lo duro que fue y lo mucho que me costó en todos los sentidos, lo haría mil veces, pasaría por todo un millón de veces más, por lo que sea, con tal de conocerlo."
Si tu también tienes más de 35 años y has decidido que quieres experimentar la maternidad, puedes hacerlo sin importar cuáles hayan sido tus intentos previos; ya sea que tengas útero retroverso, como Clara, o que no sepas exactamente cuáles son las condiciones de tu salud reproductiva.
En Ingenes contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que, como tú, quieren ser mamás y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te han impedido lograr ese sueño antes, y trazar un plan de tratamiento de Reproducción Asistida personalizado, llevado a cabo por un equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Este es el camino que te llevará hasta tu estrellita. Acércate con nosotros aquí y te ayudaremos a cumplir el sueño de llevar a tu bebé a casa.
Existen miles de mujeres atravesando todo tipo de tratamientos en diferentes clínicas de fertilidad en México y, desafortunadamente, muchos de ellos fallan. Ese fue el caso de Evelyn, cuya lucha para tener a su bebé se alargó por 12 años.
Ella te cuenta su historia, sobre la frustración y el hartazgo que enfrentó tras una década de pruebas negativas, y cómo en su primer ciclo de Fertilización In Vitro se convirtió en mamá.
“¿Puedes imaginar lo qué es pasar 12 años tratando de convertirte en mamá? Yo pasé por eso, por 4 clínicas y todo tipo de tratamientos, desde coitos programados hasta Fertilización In Vitro sin resultados, fue algo simplemente agotador.
Tenía casi 40 años cuando por fin lo conseguí; pero, híjole, de verdad que sentí que pasó una eternidad. Ahora que lo pienso, creo que la clave para no darme por vencida fue pensar en cuál era la razón de hacer esto, tener siempre presente el porqué mi porqué.
Y la respuesta era sencilla, yo quería transformarme en mamá, sentir ese amor único, ese vínculo, y de verdad que haría todo para conseguirlo.
Las clínicas de fertilidad que visité, previas al Instituto, fueron un suplicio, en serio. Pasé por toda clase de diagnósticos, que si tenía endometriosis, que siempre no, que tenía un mioma y luego ovario poliquístico; y junto con eso tantos tratamientos, medicinas, exploraciones muy incómodas, hasta dolorosas.
Pasas todo eso y nada te funciona, incluso llegas a sentir como si no sirvieras. Los medicamentos que me daban solo hacían que me sintiera aún peor, y una no sabe de esto, no está preparada, vas a la clínica y te entregas, confías, vas con el corazón en la mano, y luego nada. Después de pasar por tantos intentos fallidos, te derrumbas.
En ese momento habíamos decidido que ya no íbamos a hacer nada, pero por azares del destino, nos encontramos con el Instituto; y mira, al final, esta esa cosquillita, porque cuando de verdad quieres ser mamá, esa idea, ese amor te invade y nunca se va.
Mi esposo y yo lo discutimos, yo quería hacer todo lo que pudiéramos, agotar todas las posibilidades y no quedarme con el hubiera. Después de mucho platicar decidimos intentarlo una vez más, una última vez.
Al llegar para nuestra consulta, en serio, nos sentimos como si ya conociéramos a todos. Desde la recepción, la enfermera que tomó la muestra y mi doctor que nos atendió, todos fueron muy amables; pero lo que más me gustó fue su honestidad.
Yo les supliqué que fueran sinceros, que sin importar cuál fuera el diagnóstico nos dijeran la verdad, en todo momento.
Llevamos todos nuestros análisis de antes; pero, dijeron que de todas formas tenían que hacernos estudios para confirmar cualquier cosa, y el diagnóstico que nos dieron fue que tenía ovario poliquístico.
Hablamos de nuestras opciones de tratamiento y nos dijeron que, lo ideal sería realizar un tratamiento con varios ciclos de Fertilización In Vitro. La parte de los medicamentos, de nuevo fue la más dura.
Todo el proceso hormonal como que nunca me cayó tan bien; pero, afortunadamente nunca estuve sola, mi esposo y mi familia estuvieron siempre conmigo, siempre al pie del cañón.
Para empezar este nuevo FIV yo cambié mi chip, necesitaba hacer absolutamente todo, me enfoqué mucho más en mí y traté de ser más optimista, aunque por supuesto que fue difícil.
Las cosas se fueron dando, pasé la estimulación, luego la punción, la transferencia… ¡y lo logramos en nuestro primer intento! Después de 12 años de anhelos y fracasos, de muchísimas lágrimas, ¡por fin lo habíamos conseguido!
Mi embarazo fue de lo más lindo, muy tranquilo, hasta me sorprendí porque no tuve nada de vómitos, disfruté tanto mi pancita.
El día de su nacimiento mi mundo se paró, tenía un cúmulo de emociones, no sabía si reír, llorar, gritar o quedarme callada mientras veía a mi nene en mis brazos, es una experiencia indescriptible, te lo juro, es algo que no se compara con nada.
Quiero aprovechar esto para decirle a todas las mujeres que me están leyendo que, esto no es un camino sencillo, para algunas mujeres como nosotras esto no será un camino fácil, pero ¡no se den por vencidas! Por favor luchen, peleen por su sueño hasta lo último y confíen en estos médicos, eventualmente todo saldrá, y cuando llegue ese momento, sentirán toda la dicha de convertirse en mamás.”
Existen diferentes clínicas de fertilidad en México que ofrecen todo tipo de programas de Reproducción Asistida, y es importante que, antes de elegir cualquiera de ellas, estés completamente segura de que te brindarán un tratamiento personalizado a tu caso y tu historia de salud reproductiva completa.
Antes de entregar todo tu esfuerzo físico, mental y económico a cualquier tratamiento en la clínica que elijas, pregunta sobre sus tasas de éxito de bebés nacidos y considera que tu programa incluya lo siguiente:
En caso de que hayas acudido a cualquier clínica de fertilidad y aún no hayas logrado ser mamá, o incluso si vas empezando en este camino, puedes acercarte con nosotros y escuchar sobre las opciones de tratamiento personalizado que podemos ofrecerte.
Cuéntanos tu historia y cómo ha sido la búsqueda de tu bebé aquí. Después, evalúa las diferentes opciones que tienes para convertirte en mamá y elige la que mejor se adapte a tus circunstancias.
Ser mamá es un sueño que puede realizarse prácticamente por cualquier mujer que lo decida, ¡no te rindas!
Karina logró convertirse en mamá con un tratamiento de Fertilización In Vitro, esto después de varios intentos fallidos con su ginecólogo. Si tú también te estás preguntando: ¿con ovario poliquístico puedo quedar embarazada?, sigue leyendo, conoce su historia y la de su pequeña Romina.
“No todas las parejas se quedan juntas después de algo así, pasarte tanto tiempo intentando tener un bebé es algo que te reta en todos los sentidos; y claro que tu relación de pareja se ve afectada pero, afortunadamente, nosotros pudimos superarlo.
Al casarnos decidimos esperar un poco para tener bebés, y cuando intentamos crecer nuestra familia no pudimos hacerlo. Busqué ayuda casi de inmediato y fui al ginecólogo, ahí me dieron tratamiento, medicamentos e inyecciones para estimular mis óvulos pero nada de eso funcionó y seguíamos sin poder convertirnos en papás.
En el 2016 conocimos el Instituto y fuimos a la primera de nuestras citas, como parte de lo que llaman Programa Inicial. Ahí nos hicieron varias preguntas sobre mí y mi esposo, sobre mi regla y los intentos que habíamos hecho para tener un bebé.
Después de algunas horas y varios estudios médicos que me hicieron ahí, me dieron el diagnóstico y le pregunté enseguida a mi doctor: '¿Con ovario poliquístico puedo quedar embarazada?' Su respuesta fue que sí, solo que; además, mis óvulos eran muy pequeños, no tenían la calidad necesaria para desarrollarse, no podían madurar.
Justo por esa razón, cuando empezamos el tratamiento y me estaban dando hormonas para que crecieran, lo tuvimos que interrumpir, me dijeron que no podíamos continuar porque, aunque lo intentáramos hasta hacer la transferencia, no tendríamos un buen pronóstico, así que paramos.
Y mira que ahora lo digo tranquila pero, en verdad que en ese momento no fue nada fácil de escuchar, además ya veníamos de muchos intentos y ya traíamos mucho desgaste físico, mental y emocional. Cuando eso pasó, decidimos tomarnos un tiempo para procesarlo todo e intentar relajarnos lo más que pudiéramos. Hacer lo posible para seguir adelante, ¿qué más te queda?
A pesar de que el 2020 fue un año desagradable por la pandemia, por todos los problemas y cambios que hubo, ese año para nosotros fue completamente diferente. Fue un regalo de la vida porque en ese año volvimos aquí y, esta vez traté de ser mucho más positiva, traté de darlo todo e iniciamos de nuevo con el tratamiento.
Pudimos completarlo y hacer mi transferencia, y días después me hice la prueba de embarazo. Sinceramente, yo pensaba que podríamos recibir malas noticias de nuevo, pero por fin llegó la que tanto habíamos esperado, ¡nos embarazamos!
Ver ese puntito negro en el ultrasonido fue uno de los mejores momentos de toda nuestra vida. Los dos deseábamos tener una niña, ¡y así fue!
Romina, mi bebita nació por cesárea, y claro que me hubiera gustado que fuera por parto natural, pero ella no bajaba, su nacimiento fue un poquito complicado aunque, al final, las cosas salieron perfectamente bien.
Durante los primeros minutos su oxigenación falló, no escucharla me partió el alma, estaba tan preocupada, por unos segundos sentí que el mundo se me destrozaba todo, pero lograron estabilizarla sin problema
Mi esposo estuvo conmigo todo el tiempo durante su nacimiento, incluso él pudo cortar su cordón umbilical. De verdad que le agradezco tanto por haber sido una persona tan comprensiva a lo largo de todo esto, agradezco que me apoyara y me siento sumamente dichosa de que sea él sea el papá de mi hija, es un sueño hecho real.
Siempre la amaremos y estaremos para ella, ¡siempre! El camino para tenerla fue difícil, pero puedo decirte que todo valió la pena, toda la espera, todos esos años, todo el montonal de medicamentos y las inyecciones, cada sacrificio que hicimos lo vale. Agotamos todo, hasta el último recurso para lograr tenerla en mis brazos. Con ovario poliquístico pude quedar quedar embarazada y tener a mi bebé, ¡lo logramos!"
¿Esta historia tiene que ver contigo? Alguna vez te has preguntado: ¿Con ovario poliquístico puedo quedar embarazada? Si este es tu caso, debes saber que prácticamente todas las mujeres que tienen este padecimiento pueden embarazarse y tener un bebé, pero es importante que su tratamiento sea guiado por un equipo de especialistas en fertilidad.
Si estás experimentando algún problema con tu salud reproductiva, sin importar cuál sea, queremos decirte que existen alternativas para ayudarte a lograr tu sueño con apoyo de un tratamiento de Reproducción Asistida personalizado a ti, a tu historia y a los intentos que has tenido para poder ser mamá.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial que tiene el objetivo de evaluar tu salud reproductiva completa e identificar la mejor opción de tratamiento conforme a tu padecimiento y la forma en que tu cuerpo ha reaccionado a este, un programa único para cada paciente, para darte las mayores probabilidades de ser mamá.
Agenda aquí tu Programa Inicial y permítenos ayudarte a llevar a tu bebé contigo.
Denisse tuvo 3 inseminaciones artificiales y 2 Fertilizaciones In Vitro fallidas, y estuvo a punto de abandonar la idea de ser mamá. Ella te cuenta su historia, sobre su problema de infertilidad, y cómo después de un diagnóstico correcto de miomatosis uterina, y un tratamiento multiciclo personalizado para su caso, logró tener a su primera bebita.
"Estuve buscando convertirme en mamá por 8 años. Dios, enfrentar un problema de infertilidad fue algo muy duro porque, cuando lo intentas e intentas y no se da, sientes como si todo se te viniera abajo, tus sueños, tus ilusiones, la relación con tu pareja, absolutamente todo.
Nosotros venimos a México desde Venezuela y comenzamos a vivir en Querétaro, para después nos mudamos a la Ciudad de México. Al principio, cuando comenzamos este camino, teníamos todas las ganas del mundo de convertirnos en papás, estábamos muy entusiasmados, pensamos que simplemente era cuestión de pedir ayuda, de acercarnos con los especialistas en fertilidad adecuados y listo.
Comenzamos nuestro tratamiento e hicimos 3 inseminaciones artificiales, como no funcionaron, después pasamos a un tratamiento más complejo, y tuvimos 2 Fertilizaciones In Vitro, pero nada de eso funcionó. En ese momento una sensación de vacío se apoderó de mi cuerpo.
De mis 4 hermanas, yo fui la única que tuvo problemas para embarazarse. No entendía qué es lo que estaba mal conmigo, le hablaba a mi mamá deshecha cada vez que veía un negativo pero, pasar por un problema de infertilidad, insistir e insistir sin resultados es, simplemente, algo inconsolable.
Hablar con mi mamá me tranquilizaba, ella fue fundamental, como mi red de apoyo a lo largo de todo este proceso, ella me decían que no me desesperara y que cuando menos lo pensara iba a pasar.
Antes de darnos por vencidos fue cuando llegamos aquí, la verdad que estábamos a nada de dejarlo todo, de no querer saber más pero, en el fondo aún tenía una pequeña esperanza.
Recuerdo muy bien la primera vez que venimos al Instituto, yo les pedí; no, les supliqué que por favor nos dijeran qué era lo que estaba pasando, que me dieran la razón de por qué no podía tener a mi bebé. Y el doctor me dijo que tenía un mioma en el cuello uterino.
Después de eso solo pregunté: '¿Podré ser mamá?'. Y él me dijo que sí, en ese momento me devolvió todo, me llenó de esperanza. Mi esposo y yo salimos de esa primera consulta y lo hablamos todo, consideramos el tratamiento multiciclo que nos explicaron y dijimos ¡hagámoslo! Todos estábamos comprometidos, los doctores, mi familia, mi esposo y yo.
El día que me dijeron que estaba embarazada, en verdad que, ¡no lo podía creer! Mi marido corrió para abrazar al doctor, ¡fue algo simplemente hermoso!
Todo iba excelente, pero a las 8 semanas tuve un pequeño sangrado... pensé que estaba a punto de perderlo todo. Corrimos de inmediato para Santa Fe, al llegar al instituto no paraba de llorar, sentí que se me iba la vida por completo pero, cuando entramos al ultrasonido y escuché el 'tuck, tuck, tuck', mi corazón se paralizó. Ese día sentí una sensación de alivio que recorrió todo mi ser, porque ese sonido era la señal de vida de mi bebé.
Ella llegó a cambiarnos todo, a crecer nuestra familia y a transformarme en mamá. Verla crecer ha sido la mejor parte de mi vida. Desde el momento en que la tuve en mis brazos, hice el compromiso de darle lo mejor de mí, de amarla y de protegerla todos los días de mi vida...
Y es esa misma promesa la que le hice después a mi hijo, porque la vida me concedió la dicha de convertirme en madre por segunda vez, aún no tengo idea de cómo pasó, pero estaré eternamente agradecida porque este camino fue justo el me llevó a ellos".
Si te sientes identificada con esta historia, si has pasado diferentes tratamientos de Reproducción Asistida sin éxito, queremos decirte que aún existen alternativas, y que prácticamente todas las mujeres que desean ser madres pueden lograrlo, pero es importante que acudas con médicos especialistas en reproducción, que puedan detectar precisamente cuál es la situación que te lo ha estado impidiendo.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad, que han tenido intentos fallidos y aún no lo han logrado, una evaluación completa de su salud reproductiva para todas aquellas que estén dispuestas a hacer todo para ser mamás.
Un programa enfocado en identificar aquello que está obstaculizando tu sueño; y trazar un plan de tratamiento personalizado para que tengas a tu bebé, llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate con nosotros y agenda tu Programa Inicial, permítenos ayudarte a llevar a tu bebé a casa.
Betzabé pasó una década tratando de tener un bebé, desde muy joven tuvo algunos problemas con su regla; y una vez que tomó la decisión de ser mamá, presentó algunas complicaciones. Ella te cuenta sobre su lucha, los tratamientos fallidos que atravesó; y como, finalmente, logró transformarse en mamá con un embarazo a los 40 exitoso, con ayuda de un programa multiciclo de Fertilización In Vitro.
“Tuve mi embarazo a los 40 años, pero pasé 10 de ellos buscando tener a mi bebé. Siempre supe que quería ser mamá, era algo que siempre estuvo en mi mente, pero también sabía que iba a ser un camino complicado, porque desde los 14 años empecé a tener problemas con mi regla.
Mis periodos duraban mucho, eran demasiado abundantes y para poder controlar eso me indicaron que debía tomar anticonceptivos.
En 2010, mi hermana se casó y no pasó mucho tiempo para que ella nos diera la gran noticia de que estaba embarazada, Dios... Lo recuerdo perfecto porque fue justo en ese momento cuando me entró la cosquillita, yo también quería vivir ese sueño y empezar mi familia.
Después, hablé de eso con mi esposo y lo comenzamos a intentar pero, por más que lo hacíamos nada sucedía, y en lo que trataba de quedar embarazada se me fueron 3 años. En ese tiempo comencé a pasar algunas cosas extrañas, empecé a subir de peso y me salía vello de manera exagerada en piernas y brazos, algo no estaba bien.
Fui con mi ginecólogo de toda la vida, pero me volvió a enviar anticonceptivos, me explicó que tenía ovario poliquístico y que, si quería convertirme en mamá, la única alternativa sería a través de una Fertilización In Vitro.
Primero me hicieron una salpingografía por ahí de 2017. El doctor dijo que, según, con eso iba quedar, pero nada. Fueron muchos gastos, antes de siquiera empezar a planear mi embarazo, entre los medicamentos, las consultas y el tratamiento, en eso se fueron casi todos nuestros ahorros.
En la tele siempre pasaban anuncios del Instituto pero, la verdad creí que no era para mí, que ni en sueños lo iba a poder pagar, que los costos de un tratamiento de Reproducción Asistida aquí eran enormes, solo para ricos, y seguro saldría en un ojo de la cara, eso pensaba.
Al comenzar la pandemia, recibí el dinero de un seguro y decidí apostar todo por este último tratamiento multiciclo, ya no tenía nada que perder y recién había cumplido 39 años, así que era ahora o nunca.
Así que llegué, ya para comenzar a planear mi embarazo a los 40 y, en mi primera consulta, me dijeron que tenía las trompas obstruidas y que por eso no podía embarazarme.
El día que viaje a la sucursal de Guadalajara para comenzar con mi tratamiento tuve un sueño, muy bonito, vi a mi abuelita entregándome un bebé y de alguna manera eso me calmó, me dio una paz y una confianza que no te puedo explicar.
Es un proceso muy complejo, es difícil, un embarazo siempre es algo complicado, pero un embarazo a los 40, bueno... y más cuando llevas tanto tiempo buscando; pero, afortunadamente, tuve a lado a mi esposo y a mi familia, ellos me apoyaron en todo momento.
El día de la transferencia, me colocaron 3 embrioncitos y cuando fui por mi prueba, ¡positiva! No puede ser, de verdad que no podía creerlo, sentía de todo al mismo tiempo: emoción, angustia, felicidad...
Después de tantos negativos, tantas veces que no resultó, después de tantas desilusiones por fin lo había logrado, estaba embarazada, ¡logré mi embarazo a los 40! A la semana siete, dos de los tres embriones se perdieron, pero lo tomé con calma porque ya me habían explicado que era algo que podía pasar.
Durante esos 9 meses llevé todo mi control acá mucho más cerca de casa, y con un excelente doctor también. El día que mi niño nació, yo renací y aprendí a ver el mundo con nuevos colores, tenerlo en mis brazos fue un sueño hecho realidad, llevamos ya 7 meses juntos y es lo que más amo en este mundo, no existe nada como esto, en verdad que ser mamá no se compara con nada".
Sabemos que, en ocasiones, existen diferentes factores que pueden estar complicando que te conviertas en mamá, pero la Reproducción Asistida, hoy nos brinda múltiples herramientas para que puedas consolidar ese sueño con apoyo de especialistas en fertilidad.
Si tienes más de 35 años y estás intentando ser mamá, pero aún no ha sido posible, ya sea por alguna cuestión médica o porque hayas esperado para el momento preciso en que estuvieras lista, queremos invitarte a que nos cuentes tu historia, cuál ha sido tu camino y los intentos que has llevado a cabo; con el objetivo de identificar aquello que te está impidiendo tener un bebé; y trazar un plan de tratamiento personalizado.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Acércate aquí, cuéntanos tu historia y permite que, con nuestro equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, te ayudemos a llevar a tu bebé a casa.
Cuando estás buscando un embarazo con FIV (Fertilización In Vitro), las probabilidades de lograr a tu bebé pueden incrementarse hasta 96% mediante un programa multiciclo con 4 fertilizaciones. Tal fue el caso de Leslie quien, aún teniendo un diagnóstico de endometriosis, pudo dar a luz a su pequeña Martina en su último ciclo.
Conoce su historia aquí y, si tú también estás en búsqueda de tu bebé, ¡no te des por vencida todavía! La ciencia de la salud reproductiva ha tenido grandes avances, y cuentas con múltiples opciones de tratamientos de Reproducción Asistida para ayudarte a concretar tu sueño de ser mamá, y ese siguiente intento, podría ser el que te lleve hasta tu bebé.
“Algo en mi corazón me decía que debía seguir, que debía intentarlo de nuevo, que debía hacer un último esfuerzo por darlo todo, dar hasta el último aliento. Cuando intentas un embarazo con FIV, después de haber hecho de todo para convertirte en mamá, estás al límite, tu cuerpo, tus emociones, todo, es una prueba de vida.
Hoy que estoy de este lado, ahora que puedo verla y decirle a mi nena cuánto la espere y cuánto la amamos, sé que ella vale todo eso, ella lo vale todo, ¡lo haría todo de nuevo por ti Martina!
Mi esposo y yo intentamos tener un bebé por 3 años, y al ver que no podíamos, decidimos buscar ayuda. Yo tenía endometriosis, y eso complicaba que su esperma llegara a mi óvulo, sin embargo, aquí los especialistas en fertilidad nos explicaron las posibilidades, las opciones de tratamiento y que, en nuestro caso, la mejor alternativa para lograr a nuestro bebé, era un programa con 4 ciclos In Vitro.
Empezamos con la preparación y todo lo necesario para hacer el tratamiento pero, nada sucedía, medicamentos, inyecciones, visitas y no funcionaba, así pasó nuestro primer ciclo de FIV, luego el segundo, luego el tercer ciclo, intento tras intento y yo, solo sentía que todo se iba alargando cada vez más, hubo un momento en que pensé que, simplemente no estaba hecha para ser mamá.
Todos mis FIV fueron diferentes, cuando no funcionaba, me revisaban a mí, los óvulos que me habían extraído, a los espermas de mi esposo, a los embrioncitos, la forma en que ellos hacían las cosas, hasta nos preguntaban cómo colocábamos las inyecciones, revisábamos todo y después cambiábamos algo.
Cada ciclo me explicaban lo que pasaba, cómo es que mi cuerpo iba reaccionando, me hicieron ajustes en los medicamentos, probamos diferentes cosas y cada intento era diferente, que si ahora lo hacemos así, que si ahora te ponemos esto...
Teníamos a nuestro doctor especialista en fertilidad, pero diferentes médicos se reunían para revisar todo, porque hay profesionales diferentes, expertos en cada cosa, alguien encargado solo de controlar todo con tus embriones, aparte alguien para revisar los espermas, analizaban todo y cada ciclo nuevo parecía un examen.
Me explicaron que tenían que controlar absolutamente todo, que debían saber hasta lo más mínimo, para entender cómo iba reaccionando mi cuerpo durante todo el ciclo, luego nos decían qué intentaríamos en el siguiente y paso a paso lo que debíamos hacer.
Yo sabía que, al tener más de un intento de embarazo con FIV, la posibilidad de que no funcione, por pequeña que sea, ahí está, una lo sabe, siempre está ahí pero... cada día que pasa se vuelve más difícil, es como si se te fuera agotando la pila, poquito a poquito.
Y así nos pasamos un tiempo, yo creo que, como un año en eso, y tal vez pueda parecer poco pero; cuando estás en este camino, cada segundo se vuelve tan preciado, más con nosotras las mujeres, sientes que vas contrarreloj. Después del año logramos tener una prueba de embarazo positiva… pero no resultó.
A los 3 meses de saber que estaba embarazada tuve un legrado. No hay palabras para describir lo horrible que es eso, simplemente no hay, no existen. Y es que, tú sabes que eso puede llegar a pasar, de alguna forma estás preparada, pero nunca deja de ser igual de difícil, haber perdido a una personita es quizás lo peor que he sentido en toda mi vida.
Aquí es cuando llegas a un punto crucial, yo estaba tan agotada después de pasar esos intentos de embarazo con FIV sin resultado, estaba molesta y muy triste; pero tienes que seguir, tienes que hacerlo sin importar nada, no sé cómo pero lo tienes que hacer. Y lo hice, lo haces porque sabes que vale totalmente la pena y siempre teniendo presente tu objetivo. Debía seguir, algo me decía que no tenía que rendirme, debía intentarlo hasta el último ciclo.
Llegamos a un último proceso, una última vez y, sinceramente, ya no tenía nada que perder, lo había dejado todo en esto... y en esa última, ¡se dio! Estaba embarazada otra vez y, por supuesto que estaba invadida de miedo, tenía mucho temor, sentía tanta incertidumbre, ¿qué pasa si lo pierdo de nuevo? Pero puse todo de mi parte para que saliera bien, lo hice todo una vez más, ¡y lo logré!
Esperamos hasta después de que tenía 3 meses para darle nuestra gran noticia a toda la familia, esperamos porque queríamos sentirnos seguros, antes nos habíamos emocionado tanto que lo contamos a todos, y pasó lo peor, pero supe que ya lo habíamos logrado cuando por fin la vi en mi ultrasonido, cuando pude por fin escuchar latir su corazón, ¡estaba aquí y era mi niña!
Me embaracé durante la pandemia, y por eso creo que nada es tan malo, todas las experiencias que vivimos a diario tienen un lado bueno, yo tuve el privilegio de poder hacer mi trabajo desde casa, y eso sirvió para tener más y muchos mejores cuidados, para poder estar con ella y dedicarme a su bienestar desde esos 9 meses que fuimos una sola.
Tuve un embarazo muy tranquilo, iba a las consultas cada mes para ver que todo fuera bien, y fue maravilloso poder ver cómo iba creciendo, un día veíamos sus piecitos, otro las manitas, su cabecita... Ver todo el proceso y sentir cómo tu bebé se va desarrollando dentro de ti, nada en el mundo se compara con esa sensación tan cálida, tan hermosa, tan tuya, el vínculo que comienzas a crear así es algo único.
El día que Martina nació sentí una emoción tan intensa, no dejaba de pensar: ‘¡Por fin lo logré! Por fin está aquí’. Mi esposo y yo estábamos muy felices, ¡nuestra felicidad no cabía en el hospital!
Ser mamá es una experiencia que imaginé pero, lo que pensaba no se acerca jamás a lo realmente increíble que es esto, ¡es padrísimo ser mamá! Vivir tu maternidad es único y hermoso, puede llegar a ser cansado, sí, pero vale mucho la pena. ¡No se den por vencidas! No dejen escapar nunca su sueño, busquen las alternativas de Reproducción Asistida que hay, luchen, háganlo todo, lleguen a ese último intento de embarazo con FIV y no se rindan.
Mi niña es la más deseada y esperada del mundo; no fue fácil, pero yo sabía que debía seguir, intentarlo para que llegara con nosotros, y hoy puedo decir: 'Lo haría todo de nuevo por ti, mi amor, Martina, porque tú eres lo mejor que me ha pasado en esta vida".
Si te sientes identificada con esta historia, si también has pasado un intento de embarazo con FIV, dos o incluso más en cualquier clínica, queremos decirte que aún existen alternativas, y que prácticamente todas las mujeres que desean ser madres pueden lograrlo, pero es importante que acudas con especialistas en reproducción, que puedan detectar precisamente cuál es la situación que te lo ha estado impidiendo.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que están completamente seguras de querer vivir su maternidad y están dispuestas a hacer todo para lograrlo.
Una evaluación que se enfoca en identificar aquello que está obstaculizando tu sueño; y trazar un plan de tratamiento personalizado para que tengas a tu bebé, llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate con nosotros y agenda tu Programa Inicial, permítenos ayudarte a llevar a tu bebé a casa.
Como una alternativa de Reproducción Asistida más, de las muchas que existen en la actualidad, con Fertilización In Vitro millones de mujeres en todo el mundo han podido consolidar su sueño de convertirse en madres, aún cuando su edad reproductiva es avanzada.
Conoce la historia de Claudia, quien tuvo a su pequeño Emilio poco antes de cumplir 50 años, gracias a un programa multiciclo de FIV; y si tú también estás pensando en la posibilidad de tener un bebé y si tienes 35 años o más, continúa leyendo y, ¡no te rindas!
"Voy a cumplir 50 años y, aún continúa pareciéndome impresionante que haya logrado convertirme en mamá. La segunda vez que me inseminaron en otra clínica de fertilidad y no funcionó, fue decepcionante, fue tan doloroso que lo dejamos de intentar.
Algunas personas pueden ser muy hirientes, y claro que no tienen esa intención, porque no saben lo que significa pasar por una situación como esta. Mi familia y un par de nuestros amigos más o menos tenían idea de cómo estaba todo y, aún así, llegaban a preguntarme cosas como estas todo el tiempo: '¿Estás segura de que a tu edad puedes tener un bebé?, ¿en serio no te da miedo?, ¿qué va a pasar cuando crezca?, será como si fueras su abuelita, ¿no?'.
No es algo que una esté contando así como así, quizás sería mejor pero las personas no saben, ellos tampoco sabían, pero nosotros estuvimos 5 años tratando de tener un hijo.
Mi esposo y yo nos dimos cuenta de que no podíamos hacerlo sin ayuda desde el primer año. Llegamos con el ginecólogo, tuvimos 2 tratamientos de inseminación artificial, durante la primera estábamos muy contentos y no pasó, nos desilusionamos mucho.
Fue triste, pero la segunda vez fue muchísimo peor, ¡horrible!, muy doloroso y por eso fue que platicamos y decidimos dejarlo de intentar. Pero después de un tiempo, platicando con una amiga de mi esposo, ella nos contó que tuvo a su bebé aquí, con ayuda del Instituto, y fue así como nos animamos a intentarlo nuevamente.
Cuando llegamos, nuestros doctores dijeron que mi edad no era un obstáculo, que todo el tema del reloj biológico no es como muchas personas piensan porque sí era posible tener un hijo después de los 35 años. Le creí, nos dio esperanzas y ahí fue que comenzamos nuestro tratamiento con Fertilización In Vitro.
Yo estaba en Cancún, andábamos de viaje cuando me habló mi doctor para decirme que nos debíamos regresar para hacer ya la transferencia con FIV y volvimos de inmediato. A las 3 semanas después hice trampa, porque nos insistieron en que no probáramos con pruebas caseras pero, ¿sabes? Yo me moría de ganas por ver ese palito pintado con dos rayitas...
Así que hice trampa, sí, me hice la prueba de embarazo y, ¡salió positiva! ¡finalmente lo logramos! Después de eso fui para que me hicieran la prueba de sangre porque quería estar segura, después de todo lo que pasas no lo puedes creer, ¡pero esa me lo confirmó!
El primer latido que escuchas es música para tus oídos, suena muy rápido y sabes que es de verdad, es ahí cuando te das cuenta que esto de la Reproducción Asistida no es ciencia ficción, y que tú puedes tener a tu bebé con Fertilización In Vitro, ¡créeme! Yo lo hice y esto es completamente real.
Ya para nuestro embarazo quisimos quedarnos también ahí, pasamos con otra doctora, especialista Materno-Fetal, me sentía la más poderosa cuando nos dijeron que, ahora, nuestras citas médicas serían de ese lado.
Durante uno de mis ultrasonidos la doctora me dijo: ‘¡Mira a tu bebé, hasta se ven sus pestañas!’ Yo en ese momento solo podía pensar en que estuviera bien pero, cuando nació tenía las pestañas más grandes del mundo, hasta más que yo y pensé '¡Esos ojitos, esas pestañitas, es mi hijo!' Verlo, conocerlo y sentirlo después de nacer fue simplemente algo maravilloso.
La vida me cambió por completo, y cuando escucho que me dice: '¡Mamá!', Dios, ¡se me llena el corazón de orgullo! Soy mamá, y hoy, me siento completa. Nos sentimos realizados totalmente porque, mi marido y yo ya éramos felices, una familia pero, no hay punto de comparación con la felicidad que tenemos ahora al verla crecer con él.
Amanecer temprano todos los días para verlo, que me sonría, verlo reír tanto y después dormir tan tranquilo... es todo lo que quise tener, es mi amor, mi Emilio; cuando veo su mirada recuerdo todo lo que pasé y me llena de fuerza, sé que puedo vencer cualquier obstáculo que se me ponga enfrente.
Con Fertilización In Vitro me transformé en mamá y con él he logrado apreciar cada pequeño momento, cada instante, cada esfuerzo y todo el trabajo de mi esposo y el mío en estos últimos 5 años. Lo llevo conmigo todo el tiempo, tengo su foto en un collar que llevo siempre colgado al cuello, él y yo estaremos juntos para siempre".
Si tú quieres ser madre y tienes 35 años o más, queremos decirte que miles de mujeres decidieron posponer su maternidad para el momento preciso en el que estuvieran listas, y hoy el reloj biológico ya no es un impedimento para lograrlo.
En caso de que tengas esa edad o seas mayor y estés intentando tener un bebé pero, aún no haya sido posible, es importante que acudas con médicos especialistas en fertilidad y Biología de la Reproducción Humana, que evalúen tu salud reproductiva y te brinden alternativas de Reproducción Asistida con las mayores probabilidades de éxito, como con la Fecundación In Vitro.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad después de los 35 años y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te están impidiendo lograr ese sueño y trazar un plan de tratamiento personalizado, llevado a cabo por un equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
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Inés decidió ser mamá después de haber consolidado otros sueños en su vida, pero de inmediato recibió comentarios negativos, basados en ideas erróneas sobre los riesgos de tener un bebé a los 40. Ella te cuenta su historia, sus miedos, los prejuicios que enfrentó y cómo logró tener a sus 2 pequeñas, Ilse y Ana Paula, con un tratamiento de Reproducción Asistida.
"¿En serio quieres tener un bebé a tus 46 años?, ¿de verdad quieres intentarlo?, ¿y qué pasa si no funciona?, ¿no piensas en todos los riesgos de tener un bebé a los 40? En este camino me encontré a muchas personas que me decían cosas como esa, seguro también te han dicho algo así, ¿no? Pero todos esos pensamientos son puros prejuicios, ahora lo sé.
Mi esposo Gabriel y yo nos dedicamos a trabajar por muchísimos años, postergamos el tema de querer tener un bebé y hacer crecer nuestra familia, pero llega un momento en la vida cuando simplemente te surge la necesidad de querer ser mamá y de querer ser papá.
Mi hermana fue la que llamó para sacar nuestra consulta, yo pensé muchas veces en agendar una cita, pero, la verdad, tenía tantísimo miedo de que no funcionara que no podía ni llamar. Ahora estoy eternamente agradecida de que me haya dado ese empujoncito.
Somos personas sanas, no tenemos padecimientos o algún problema médico que lo impidiera, no tomamos, no fumamos, pensé que estábamos perfectamente bien, pero mi edad afectaba porque ya tenía más de 35 años, es ahí cuando empiezan a reducirse tus posibilidades por la calidad y el número de óvulos que te quedan. Piensas en todos los riesgos de tener un bebé a los 40 y es algo duro de afrontar.
Hablamos con nuestro médico, y aunque claro que mi edad era un factor determinante, me aseguró que había tratamientos de Reproducción Asistida que sin duda nos ayudarían a lograrlo. Hablé con mi esposo y nos decidimos por elegir el programa multiciclo con 3 Fertilizaciones In Vitro, pero en serio que no sabes todo lo que implica, no lo sabes a menos de que hayas pasado día y noche pensando en por qué no puedes ser mamá.
Cuando comienzas tu tratamiento piensas que, si no ocurre a la primera, bueno, aún existen otras dos fertilizaciones más pero, cuando pasas tu FIV y resulta con un negativo... es algo tan fuerte, es emocionalmente muy difícil, sientes que el mundo se te apachurra, que todo a tu alrededor se oscurece. Y aún así, hoy que estoy aquí puedo decirte que, LO VOLVERÍA A HACER ABSOLUTAMENTE TODO.
Al primer intento de Fecundación In Vitro fuimos muy confiados, nos sentíamos los reyes, ahora sí todo en un abrir y cerrar de ojos ocurriría, pero no se dio. Y mira, una en verdad que es consciente de que puede fallar, te lo dicen, lo has pasado, ¡ya lo sabes!, pero jamás deja de ser igual de doloroso.
¿Y cómo le haces después de eso? Pues te levantas, ni modo, no hay de otra, así te cueste todo y pases días y noches completas llorando y dándole vueltas. Se trata de no rendirte, pararte y empezar de nuevo, levantarnos juntos, apoyarte del amor que ya tienes por tu bebé, e ir por el siguiente ciclo.
¡En mi segundo FIV resultó nuestro embarazo! Así, sin más, por fin lo habíamos conseguido, ¡Dios! Nos sentimos tan agradecidos con la vida, con nuestros médicos y el mundo entero; y nuestra emoción se incrementó muchísimo más despuesito, ¡cuando supimos que eran dos hermosas nenas! Llegué pidiendo una personita y salimos con dos preciosuras.
Ahora que las oigo balbucear, reír, gritar... ¡ah, cómo gritan mis pequeñas! Las veo, las escucho a diario y es un sonido tan hermoso. Siempre han estado juntas, siempre lo estarán, entre ellas se acompañan, se abrazan, se hablan y hasta juegan juntitas. Estar con ellas significa recibir una noticia buena todos los días.
Mi embarazo fue muy bueno, pero tuvimos mucho cuidado porque ya estaban aquí y no queríamos que algo fuera a pasar, después de todo lo que atraviesas te da un terror que pueda ocurrir cualquier cosa, que algo malo pase, debíamos hacer todo para que se mantuvieran perfectas.
El día que nacieron fue algo complicado por todo lo de la pandemia, las tuvimos justo a la mitad de todo, pero en el hospital nos ayudaron mucho para que pudiéramos estar mi esposo y yo y a las 8:15 de la mañana nacieron; primero una y unos minutos después la otra, ¡fue increíble!
Escuché que mis nenas lloraron y, en ese preciso instante, fue cuando supe que todo había valido la pena, ¡todo! Gabriel me dice que, cuando por fin nacieron, pensó: 'Acabo de ver algo que jamás había imaginado, tengo 2 hijas, ¡mi vida cambió por completo!' Estaba tan feliz como yo, todo era perfecto.
¡Me dan ganas de comerme al mundo! Así me hacen sentir como mamá, ¡puedo hacer lo que sea! Ilse salió muy parlanchina y a Ana Paula le fascina gritar, ambas están sanitas, sanitas, desde el día uno, y nada más importa.
Sé que quizás creas que es muy fácil decirlo, pero no, yo sé lo que significa y quiero gritártelo: ¡Debes creer en ti! No dejes de hacerlo, por favor, si no puedes embarazarte, si no has podido ser mamá, si estás pensando en los riesgos de tener un bebé a los 40, deja todo eso de lado, ¡eres fuerte!, ¡lo lograrás! Debes intentarlo todo, confiar en ti y en tus especialistas en fertilidad.
Yo sé que tienes frustración, y quiero decirte que será difícil, e incluso puede pasar que un día te cuestiones si ser madre es algo que realmente quieres hacer pero, te prometo que cuando llegue tu embarazo, cuando veas la vida que creaste y la sientas dentro de ti, todo eso se diluye.
Ser mamá no es como te lo cuentan, no se compara con lo que imaginas, cuando lo vives en carne propia, todo lo que haz hecho, todo vale por ellas.
Amamos a nuestras bebés con todo el corazón, fueron niñas planeadas, deseadas y amadas desde el pensamiento, desde antes de llegar a este mundo, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que esto sea el comienzo de dos vidas maravillosas".
Si tú quieres ser madre, pero estas pensando en los riesgos de tener un bebé a los 40, queremos decirte que miles de mujeres decidieron posponer su maternidad para el momento preciso en el que estuvieran listas, y hoy el reloj biológico ya no es un impedimento para lograrlo.
En caso de que tengas más de 35 años y estés intentando ser mamá, pero aún no haya sido posible, es importante que acudas con médicos especialistas en Biología de la Reproducción Humana, que evalúen tu salud reproductiva y te brinden alternativas de Reproducción Asistida con las mayores probabilidades de éxito, como la Fecundación In Vitro.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad después de los 35 años y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te están impidiendo lograr ese sueño y trazar un plan de tratamiento personalizado, llevado a cabo por un equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate, cuéntanos tu historia aquí y permítenos ayudarte a llevar tu bebé a casa.
Cuando existe un deseo tan grande, como lo es tener un hijo, nada ni nadie lo puede detener. La Reproducción Asistida trasciende barreras, porque lleva al límite la ciencia para poder crear vida y desafía los deseos más profundos de la mujer ¿Cuánto deseas ser mamá?
A continuación, te compartimos la historia de Luz, una mujer que tuvo que decidir entre continuar con su matrimonio o perseguir su sueño de formar una familia.
“Cuando nació Leonardo me lo pegaron al pecho, no lo podía creer, ¡de verdad existe! Estuvo conmigo piel a piel por una hora… en ese momento te olvidas de todo, es un amor indescriptible.
Cuando mi esposo y yo nos hicimos novios me dijo que no quería tener hijos, que no quería casarse, no quería vivir con alguien… pero siempre dice que yo fui haciéndolo cambiar, poco a poco. Nos casamos, yo tenía 33 años y entonces le dije: ‘Pensé que iba a poder sacrificar esa parte de mi vida, pero no, yo quiero tener un bebé, y si tú no lo deseas mejor nos separamos.’
Fue difícil, yo lo amaba con todo mi ser, pero no quería sacrificar eso. Después, él me dijo que tenía miedo de ser un mal padre, ahí lo entendí todo… Hablamos y decidimos intentarlo, después dejamos de cuidarnos pero no funcionó. Yo tenía quistes, ovario poliquístico y mi esposo teratozoospermia, solo teníamos 10% de probabilidades de embarazarnos, y la solución era hacerlo por in vitro.
No fue sencillo, pero cuando estás en un tratamiento ves la gran cantidad de personas que no pueden ser papás, es más común de lo que piensas, y eso te ayuda… y tuvimos mucha suerte porque desde el primer ciclo, funcionó. Gemelos: Leonardo y Daniela. A ella tardamos en verla porque se la llevaron para revisarla, pero estuvo muy bien después. Siento que eso influyó, el cómo nacieron, porque hoy ya tienen un año y son diferentes. Son el mejor regalo que Dios me pudo dar, los amo con todo mi corazón y haría esto una y mil veces si supiera que el resultado son ellos, porque el cariño que ellos nos dan es invaluable. Daría mi vida por ellos y repetiría todos esos sacrificios mil veces más solo para verlos felices."
La Reproducción Asistida y la tecnología actual que existe en México en institutos de fertilidad como Ingenes, son una solución para quienes tienen el sueño de tener un bebé y hasta ahora no lo habían conseguido.
Si pones tu historia en nuestras manos, juntos escribiremos la mejor parte de ella, porque sabemos que hay sueños que tienen un largo camino por delante, pero en Ingenes hacemos que ese camino sea toda una aventura.
Ten la seguridad de que este es el camino que te llevará hasta tu estrella. Acércate, nosotros te ayudaremos a cumplir tu sueño de tener a tu bebé.
Las personas que atraviesas dificultades para tener un bebé saben bien lo difícil que puede ser. Más allá de la cuestión médica, experimentan distintos sentimientos de tristeza, frustración, angustia e incluso culpa. El estrés por quedar embarazada no debe obviarse, y debe ser atendido a la par y como parte de un tratamiento de Reproducción Asistida para que este sea exitoso.
A continuación, te compartimos la historia de Elba, una mujer que pasó 5 años de tratamientos fallidos que no tomaban en cuenta la importancia del cuidado psicoemocional, y no lograban darle un diagnóstico adecuado. Conoce cómo fue su lucha y cómo logro convertirse en mamá con ayuda de un tratamiento multiciclo de Fertilización In Vitro con apoyo emocional.
"Algunos doctores decían que era mi culpa, que mi estrés por quedar embarazada era muchísimo y eso afectaba, que debía tomar vacaciones, pero ¿cómo va una a relajarse cuando no tienes la menor idea de lo que está pasando con tu cuerpo?, cuando no saber por qué no funciona...
Yo hice todo lo que me decían, absolutamente, cada medicamento y análisis, todo al pie de la letra y nada. Primero fui con un ginecólogo durante dos años, después acudí a una clínica de fertilidad y estuve otros dos años y medio. Hice 3 Fertilizaciones In Vitro y no tuve éxito.
Durante ese tiempo pasé por mucho estrés, un mar de desilusiones, desesperación, mucha tristeza, agotamiento físico, emocional y por supuesto económico, con toda la cantidad de análisis y consulta tras consulta, sin ningún resultado.
Con cada tratamiento y con cada prueba de embarazo negativa que pasaba sentía muchísimo miedo, era extremadamente estresante, me sentía devastada. En el tercer intento, el doctor me dijo: 'No sé qué pasa, algo de ustedes no está bien, algo no funciona', ahí fue cuando nos caímos los dos y dejamos de intentarlo.
Tenía las trompas obstruidas, eso fue lo que me dijo el médico. Me sentía tan culpable de no poder embarazarme, sentía como si la única razón para la que yo estaba en este mundo fuera esa, y yo no sirviera, era horrible ver a todas esas mujeres embarazadas a mi alrededor, eso es algo que te destruye desde adentro.
Cuando íbamos a alguna reunión familiar o estábamos con personas conocidas, mi estrés por quedar embarazada se alzaba hasta las nubes, había algunas que me preguntaban: '¿Cuándo te vas a animar?, ¿por qué no tienen un bebé?, ¿qué están esperando?' Yo no sabía ni qué responder, incluso llegué a decirles que no me gustaban los niños con tal de ya no pensar en eso, pero por dentro los deseaba tanto, era horrible.
Con mi esposo también tuve muchos conflictos, pasar por problemas para tener un hijo pone un gran peso sobre la relación, muchas cosas pasaron por la mente de ambos, pero al final logramos salir adelante juntos.
Después de un año de que me había dado por vencida, mi cuñado me habló del Instituto, la idea de ir estuvo rondando por mi mente un par de días y esa cosquillita me volvió, sentí como si se abriera una ventanita en mi corazón y terminé decidiéndome por agendar mi primera cita.
Me hicieron una eco para ver cómo estaba mi matriz y mis ovarios, y a mi esposo también le hicieron estudios para revisar sus espermas. Fui muy puntual, hice todo tal y como me dijeron y gracias a Dios el primer In Vitro fue positivo. El día que el doctor me dijo: 'Elba, vas a ser mamá', no lo creía, mi esposo y yo lloramos.
Tardé 5 años, todo ese estrés, yo pensaba que nunca sería mamá, tuvimos que hacer tantas cosas para tenerlo, muchos sacrificios, pero todo valió la pena. Mi embarazo fue muy feliz, aunque también algo estresante. Tenía mucho miedo de perderlo, sentía la misma presión de antes, cuando tenía todo ese estrés por quedar embarazada, pero los terapeutas que tienen en el Instituto me ayudaron mucho.
Una realmente no piensa en todo ese estrés por quedar embarazada que una está cargando; es decir, sabes bien que traes un peso, y los médicos te dicen que te relajes, pero no sabes cómo hacerlo, simplemente una no tiene esas herramientas. Aquí, me brindaron apoyo emocional con terapeutas que se especializan en mujeres y parejas que nos está constando tener hijos, es parte del tratamiento.
Cuando por fin pude escuchar su corazón en el ultrasonido sentí mucha emoción, algo que no se puede explicar, es lo más lindo que existe; y con eso muchos de mis miedos también se fueron quitando. El día que entré al quirófano no dejaba de llorar, pensaba: 'Tengo que escucharlo, tengo que saber que está bien'.
¡Y por fin lo escuché! Lloró muchísimo, estaba sano y muy fuerte, era perfecto, era todo lo que siempre soñé que sería. Mi hijo se llama Juan José, es mi estrella y mi mundo entero.
Un tratamiento de Reproducción Asistida no es algo fácil porque hay muchos sentimientos encontrados, vienes de un camino complicado, de un fallo tras fallo, de cambios hormonales, te vuelves muy sensible, ¡tienes los sentimientos a flor de piel! Pero debes sacar las fuerzas, hacer cada cosa que tus médicos te indican, ser constante y estar al mil, ¡atenta a todo!
Claro que no es algo que ocurra en un abrir y cerrar de ojos, y cuesta mucho mantenerse fuerte, pero también es muy cierto lo que se dice sobre la alegría inmensa que llena tu corazón cuando escuchas: 'Mamá'.
Nos costó muchísimo formar una familia, pero lo logramos, y eso nos llenó de felicidad. ¡Él nos dio la familia que soñamos! Y quiero decirle a todas las mujeres que están pasando por lo mismo, que por favor no pierdan la fe y sigan adelante, un pie tras de otro, aunque cueste, aunque tengan que tomar un respiro y volverlo a intentar, que sigan su instinto y confíen muchísimo".
El cuidado y la salud emocional es tan importante como cualquier cuestión médica a tratarse durante un tratamiento de Reproducción Asistida. El estrés por quedar embarazada puede afectar de forma severa, y de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, la cuestión psicoemocional debe ser vigilada en aquellas mujeres que están buscando un bebé, y no hacerlo puede tener consecuencias devastadoras, como un aborto espontáneo o que el bebé presente bajo peso al nacer.
Si tienes más de 35 años y llevas doce meses o más intentando tener un bebé, un tratamiento multiciclo personalizado de Fertilización In Vitro en conjunto con tu atención a nivel psicoemocional, puede ayudarte a lograrlo.
Acércate a Ingenes y cuéntanos cómo ha sido tu camino hasta ahora, para que diseñemos el tratamiento integral que te dará las mayores probabilidades de transformarte en mamá.
La madre que gesta un bebé en su vientre modifica sus genes, incluso cuando el óvulo utilizado es de otra mujer, lo que implica que su hijo nacerá con rasgos similares a ella; esto de acuerdo con investigaciones realizadas por la Fundación del Instituto de Infertilidad de Valencia (IVI).
La donación de óvulos brinda a miles de personas la posibilidad de vivir un embarazo y tener un bebé, mediante un proceso de Fertilización In Vitro (FIV), pero dar este paso durante el proceso puede ser algo difícil de atravesar.
Al escuchar la palabra ovodonación, es natural que muchas pacientes presenten todo tipo de miedos y dudas, debido a que la célula que formará a su embrión pertenece a otra mujer; pero estudios recientes acerca de la genética de los embriones demuestran que éstos se modifican mediante el proceso de gestación.
Un hallazgo que pueden ser de gran ayuda para disipar muchas de los prejuicios e ideas erróneas que se tienen acerca de la donación de estas células.
Lo que sucede al interior del vientre es mucho más importante que el óvulo por sí mismo, ya que en su interior ocurren una serie de modificaciones que influirán en el desarrollo del embrión e incluso en el crecimiento de la persona después de nacer.
El desarrollo de un bebé implica mucho más que un óvulo y un esperma o su unión, implica su formación al interior del vientre por 9 meses, durante los cuales se llevan a cabo distintos procesos que influyen directamente en su genética, modificando incluso ciertos rasgos como:
La investigación llevada a cabo por el FIVI encontró que, existe una relación directa entre el embrión que se está desarrollando y la madre que lo gesta, en la cual se modifica el genoma del bebé, al llevarse a cabo un intercambio entre el embrión y el endometrio, que es el tejido interno del útero.
Si bien, la madre gestante que recibió la donación de óvulos, no aportará por completo la carga genética del bebé, ella sí moldeará sus genes, influenciando directamente en sus rasgos, expresiones e incluso en su capacidad de reacción a ciertas enfermedades.
El líquido endometrial contiene una especie de saquitos como vesículas llamados exosomas, que a su vez están cargados con moléculas de ARN de la madre, estos entran en contacto directo con el núcleo del embrión, que es el lugar en donde se encuentran sus genes.
Esta mezcla es la que se encargará de regular la expresión de ciertos genes específicos, de forma que surjan algunos rasgos y otros no. Este intercambio ocurre de la misma forma cuando una mamá no pasa por un proceso de Reproducción Asistida con donación de óvulos; de forma que su bebé, las formas y rasgos que él manifestará después, se definen también en el proceso de gestación.
Mientras está en el vientre, el embrión se desarrolla mediante el cordón umbilical, recibiendo sangre, alimento y oxígeno que dependen directamente de la genética, los hábitos y estilo de vida de su madre; con lo cual transmite una gran cantidad de información que, sin lugar a dudas, influirá en cómo lucirá, hablará y sonreirá.
La donación de óvulos, representa una oportunidad única para muchas mujeres que anhelan transformarse en mamás, a través de recibir una célula que, posteriormente, se formará y crecerá dentro de ellas, a la cual imprimirán sus propios genes moldeándolos a lo largo de 9 meses.
Por lo anterior, una vez que su bebé nace, podrá manifestar distintos rasgos físicos similares a su mamá, que pueden ir desde mostrar cabello chino y ojos color miel, hasta una forma particular de reír.
En este sentido, una donación de óvulos es una pequeña ayuda para poder experimentar una de las etapas más increíbles dentro de la naturaleza humana: gestar y dar vida a un bebé que tendrá tu sangre y genes moldeados por ti, una persona que al nacer de ti será 100% tu hijo hoy y siempre.
Fuente:
1. F. Vilella, J. M. Moreno-Moya, N. Balaguer, A. Grasso, M. Herrero, S. Martínez, A. Marcilla , C. Simón. "Hsa-miR-30d, secreted by the human endometrium, is taken up by the pre-implantation embryo and might modify its transcriptome” (2015).
Marisol y su esposo atravesaron diferentes situaciones médicas que complicaron su camino para convertirse en padres, como ocurre con el 10% de los casos de personas que no han logrado tener un bebé, cuyo problema tiene su origen en una combinación de factores de infertilidad masculinos y femeninos.
Conoce su historia y cómo lograron sobreponerse a esos y otros obstáculos, para lograr a sus gemelos con un tratamiento de Reproducción Asistida multiciclo.
“Mi esposo y yo llevamos 10 años juntos y por mucho tiempo nos dedicamos a trabajar, queríamos consolidar nuestro propio negocio de comercio digital antes, tener una base sólida y después pensar en crecer nuestra familia, pero mientras estábamos en medio de eso sentimos la necesidad de dar ese paso más.
El problema fue que ambos tuvimos algunas situaciones médicas y eso complicó todo, él tuvo cáncer testicular, a mí me detectaron quistes y, debido a eso, también me quitaron un ovario. Después de eso estábamos con una incertidumbre tremenda de si íbamos a poder ser papás o no.
Muchas personas nos decían: ‘Vayan a ver, vayan a preguntar con un doctor, para checar qué les dicen’, pero en ese entonces apenas estábamos empezando con nuestro negocio y sabíamos que un tratamiento de Reproducción Asistida era algo un poco caro, y realmente nunca piensas que vas a necesitar algo así.
Trabajamos mucho, muchísimo, y cuando vimos que podíamos solventar los gastos fue cuando llamamos al Instituto, la verdad es que antes no consideramos otra clínica de fertilidad, fuimos directo ahí y todo se fue dando maravillosamente como una bolita de nieve.
Durante nuestra consulta médica ya ahí en la sucursal, mi esposo y yo dijimos: ‘¡Vamos por todo!’, escuchamos la recomendación de nuestro doctor, Israel Trejo, platicamos al respecto y elegimos hacer el tratamiento de Reproducción Asistida que mayores probabilidades nos brindaba, el de 4 ciclos de Fertilización In Vitro, pero no se dio a la primera...
Cuando no pega te vienes para abajo, tantas cosas te pasan por la mente; no lograr tener un bebé es algo que jamás imaginé que iba a atravesar, y pasar por una situación así, que para nada te imaginabas es algo indescriptible, es muy duro... pero siempre debes tener presente el porqué, tu porqué, por qué lo haces, por qué sigues insistiendo y pasando por cientos de análisis, por diferentes médicos y prueba tras prueba. Quienes hemos estado ahí sabemos lo que es, un golpe anímico y físico gigante, a veces sientes que te pegan por todos lados.
Pero jamás debe una perder de vista cuál es el objetivo final, eso es lo que te da fuerza para seguir: pensar en tu bebé, saber que lo hacer por él, para tenerlo contigo, solo teniendo eso tatuado en la mente es como sabes que cada una de las cosas que haces está valiendo la pena, sabes que estás luchando por algo que significa todo.
Después de mi 3er. ciclo de FIV fuimos a hacernos la prueba de sangre en el Instituto, llegamos temprano, muy nerviosos y los dos en ayunas, mi esposo no podía probar bocado de lo angustiado que estaba. Teníamos que esperar al doctor para que nos diera el resultado, así que salimos de ahí y mi esposo fue al banco en lo que esperábamos, ¡ahí recibió mi llamada!
Me dijo que estaba a punto de pasar a la caja cuando le llamé, fue un lío porque le pidieron que saliera del banco para hablar y no me escuchaba bien, mientras le daba la noticia salió corriendo de la fila y yo solo le gritaba: ‘Salió positivo, créetela, ¡lo logramos!’
¡Estaba en shock! Cuando le llamé a mi esposo yo estaba llorando, por eso él creyó que no había funcionado, mientras empujaba a todos en la fila del banco, él me decía: ‘Tranquila, hay otra oportunidad, tenemos un ciclo más’, y cuando por fin me calmé un poquito y pude decirle que íbamos a ser papás ni siquiera me respondió, ¡llegó corriendo!
Lo más chistoso y maravilloso de todo fue que, aunque desde el principio nos moríamos por tener 2 bebés, en realidad solo teníamos el nombre de un niño, ¡y en el ultrasonido nos confirmaron que eran dos chiquitos! En la semana 39 de mi embarazo nacieron Miguel y Gabriel, nombres de arcángeles, nuestros angelitos que vinieron a iluminarnos.
Cuando fuimos al Instituto por primera vez y hablamos con nuestro doctor, él me dijo algo que nunca olvidé: ‘Les prometo que voy a entregarles a sus bebés’. Nosotros queríamos tener 2 bebés, se lo dijimos desde el principio y él nos respondió así, esa frase se me quedó marcada, es algo bien bonito, queríamos dos y nos los dio, lo logramos.
¿Cómo es mi vida ahora que soy mamá? ¡Cambió totalmente! Mi perspectiva sobre las cosas y del mundo es completamente diferente, porque ellos son el centro de todo ahora.
"Cada dolor, cada lágrima y prueba negativa, cada inyección, cada cosa que pasas se va a transformar en algo bueno"
Marisol, mamá ingenes.
Es muy importante llegar con la mente abierta y dejarte ayudar, escuchar las opciones de tratamiento de Reproducción Asistida que existen y abrirse a ellas, creo que eso es lo que le diría a otras mujeres que están pasando por algo como esto.
Mis bebés tienen año y medio con nosotros, pero todavía cuando me despierto y los veo, no puedo creerlo, ¡es como ver un milagro!, un sueño hecho realidad. La vida te lo pone, sabe cómo y cuándo, pero tú ya tienes tu destino, el punto es que debes salir a buscarlo, debes hacer todo para llegar a él.
¿Qué les digo a ellos? A Miguel y a Gabriel todos los días, mi esposo y yo, les damos las gracias por haber llegado a nuestras vidas, por iluminarnos de la forma en que lo han hecho y por darnos el privilegio de elegirnos para ser sus papás”.
1 de cada 10 parejas heterosexuales que tienen problemas para tener un bebé presentan una combinación de factores masculinos y femeninos; es decir que ambos, hombre y mujer, cada uno presenta alguna situación que está comprometiendo su salud reproductiva; pero incluso con esto es posible alcanzar hasta 96% de probabilidades de llevar un embarazo a término con un tratamiento de Reproducción Asistida multiciclo como el de Marisol.
Si tú o tu pareja tienen más de 35 años, han intentado tener un bebé por seis meses o más y aún no lo han logrado, existen muchas opciones que pueden ayudarlos. En Ingenes, contamos con un Programa Inicial que tiene el objetivo de evaluar tu salud reproductiva completa y la de tu pareja, para identificar su mejor opción de tratamiento de Reproducción Asistida, aquella que les dará las mayores probabilidades de lograr su sueño de ser papás.
Conoce más sobre nuestro Programa Inicial dando clic en la imagen de abajo, y sigue el camino que te llevará hasta tu bebé, ¡iremos junto a ti hasta que puedas cargarlo en casa!
¿Tener un embarazo después de los 35 años? No decidirse a tiempo por querer tener hijos podría hacer que pierdas el poder de elegir. Si supieras que dentro de dos años tu probabilidad de ser madre se reducirá considerablemente, ¿cambiarías la forma en que estás planificando el curso de tu vida?
"Tengo 40 años y me habría cambiado la vida si hace 20 alguien me hubiera hablado sobre infertilidad. Planificar tu maternidad no significa solo decidirte por no tener hijos cuando no los deseas, también significa ser capaz de tenerlos cuando sí quieres".
Luciana Mantero, escritora, periodista y madre después de los 35 años.
Así comienza la charla TEDx de la escritora y periodista Luciana Mantero, que a los 33 años se enteró de que tenía menopausia precoz. Debido a su estado, tuvo que buscar ayuda para formar una familia mediante tratamientos de Reproducción Asistida.
En el camino para tener su bebé, descubrió la oportunidad de ayudar a otras parejas que pasan por esta misma situación.
"¿Qué pasaría si te dijera que en dos años vas a perder la oportunidad de tener hijos? ¿Cambiarías tus planes de vida?" pregunta Luciana. "Si todos ustedes estuvieran en edad reproductiva, 2 mil de ustedes tendrían problemas para tener un hijo en el futuro, sin saberlo hoy".
La buena noticia es que Luciana se limita a destacar una situación hipotética. La mala noticia es que, como no hay una fecha precisa en la que se pierde por completo la oportunidad de ser madre o padre, muchas personas no se dan cuenta hasta que ya es demasiado tarde.
Una mujer de 30 años tiene un 20% de posibilidades de quedar embarazada en cada ciclo de relaciones sexuales sin protección. A los 40, esta probabilidad baja al 5%, con un mayor riesgo de aborto y alteraciones genéticas que podrían hacer que su bebé manifieste condiciones como el Síndrome de Down, comprometiendo su calidad de vida.
En la era moderna, los hombres y las mujeres tienen cada vez más problemas para embarazarse y tener un bebé. La dificultad para tener hijos es una epidemia silenciosa para la que casi nadie está preparado.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), América Latina presenta un descenso acelerado de la fecundidad y problemas de fertilidad asociados al retraso de la maternidad, que contrastan con las altas tasas de embarazo adolescente.
Este es un tema global ampliamente estudiado en los últimos años, debido en gran parte al envejecimiento de la población mundial. El reloj biológico va por un lado y las tendencias culturales por otro.
"Cuando tenía 29 años, me vino a la cabeza la idea de tener un hijo", explica Luciana. "No estaba del todo segura de que fuera el momento adecuado, pero empezamos a intentarlo de todos modos. No tardé mucho en quedarme embarazada. Tres años después de que naciera mi primer hijo, Lucas, y tras haber experimentado las maravillas de la maternidad, decidimos intentar tener un segundo hijo. Tenía 33 años cuando me diagnosticaron una menopausia precoz".
Para Luciana, el diagnóstico de menopausia precoz fue inesperado. Según su testimonio, siete médicos diferentes le dijeron que era imposible quedarse embarazada con sus propios óvulos. Sus opciones eran la adopción o la donación de óvulos. De acuerdo con esos médicos, su reserva ovárica era simplemente "demasiado vieja".
"Durante dos años, mi rutina consistió en hacerme un análisis de sangre todos los días, además de docenas de ecografías transvaginales para controlar mi ovulación. Fui a una clínica para hacerme una histerosalpingografía".
Luciana Mantero, escritora, periodista y madre después de los 35 años.
Después de todo el desgaste físico, Luciana buscó un alivio espiritual y se tomó un respiro antes de continuar su camino.
"Vengo de una familia atea, pero aun así, fui a la Virgen del Cerro a rezar por otro hijo", continúa. "Después de un periodo de gran duelo, acepté que había otro camino para un final feliz con las herramientas y el apoyo adecuados. Tomamos el camino de la ovodonación".
Luciana escribió un libro en el que detalla su historia y la de otras nueve mujeres. A lo largo de su viaje, conoció a cientos de personas de su natal Argentina, hombres y mujeres que estaban pasando por lo mismo que ella. Luciana cuenta que las historias siguen llegando a ella, igual que su segundo hijo, Joaquín, llegó también a ella.
"¿Sabes cómo fuiste concebido? ¿Sabes si tus padres tuvieron problemas de fertilidad o si se sometieron a algún tratamiento?"
Gracias a los avances científicos, ahora hay una gran variedad de alternativas para tener un embarazo después de los 35 años, que sea exitoso y termine con un bebé en casa.
Si tú estás planeando un embarazo incluso existe la posibilidad de congelar tus óvulos. Lo ideal es hacerlo antes de cumplir los 30 años. Después de los 30, la calidad y la cantidad de óvulos disminuye paulatinamente conforme avanza el tiempo.
Muchas personas quisiéramos creer que vivimos fuera de las estadísticas, pero claro que, las estadísticas están ahí por algo:
En México, 1 de cada 6 personas experimenta problemas de infertilidad. "Todos sentimos que estamos fuera de las estadísticas, pero la realidad es que todos cabemos en ellas", concluye Luciana. "No quiero que sea demasiado tarde para ti. No dejes que tu sueño se quede sin cumplir por no haberte decidido a tiempo".
Con una Fecundación In Vitro a los 40, Silvia logró tener a su primer hijo, Santiago; pero la gran sorpresa vendría un año y medio después, cuando se embarazo de su segunda bebé, Emma, sin ayuda de algún tratamiento de Reproducción Asistida. Conoce su historia y cómo gracias a una donación de óvulos, ella pudo cumplir su sueño de transformarse en mamá.
“Mi esposo y yo dejamos las etiquetas, los tabús sobre la donación de óvulos, la presión social y tomamos la decisión de tener a Santiago y a Emma, porque no hay diferencia, ellos dos son 100% mis hijos.
Tengo 44 años y vivimos en Chiapas, y cuando decidimos que queríamos tener un bebé fuimos con un médico que se enfocaba en ayudar a "familias ya grandes”, ahí fue cuando nos topamos con la dificultad por embarazarnos.
Antes de conocer a mi pareja no tenía muchas intenciones de ser mamá. Él y yo hablamos, queríamos tener un bebé que fuera un pedacito de ambos, pero tomamos la decisión cuando yo ya era grande; pensamos: “Ok, no pasa nada, vamos con un médico para que nos oriente y me embaracé”, así lo hicimos, ¡y lo logramos! Estábamos tan felices, pero desafortunadamente tuve un aborto, eso nos afectó muchísimo.
En ese momento, yo no sabía si seguir intentándolo o no, fue algo muy difícil, pero en ese tiempo mi papá nos contó que había visto publicidad del Instituto, y empezamos a tantear la posibilidad de acudir aquí.
Mis papás viven en la Ciudad de México y decidimos ir a la sucursal de allá. Cuando llegamos para nuestro Programa Inicial, me hicieron un examen completo para evaluar todo sobre mi salud reproductiva, y resultó que mi formación de óvulos era muy baja, debido a mi edad.
Queríamos un tratamiento que fuera lo más seguro posible, algo que de verdad nos garantizara las mayores probabilidades, para que ahora sí pudiéramos lograrlo, y nos recomendaron un tratamiento multiciclo de Fecundación In Vitro.
Desafortunadamente el primer intento no funcionó, y después el segundo ciclo tampoco, y ahí fue cuando de verdad todo se hizo caótico, no entendía por qué pasaba todo esto, ¿por qué no podíamos embarazarnos? Fueron momentos muy oscuros, me sentía perdida y no paraba de llorar.
Hablé con mi doctor y él me recomendó que tomara la opción de recurrir al apoyo emocional que se brinda junto con el tratamiento. Me acerqué con la terapeuta y hablamos de todo el proceso, lo que ocurrió antes con mi primer bebé, de toda la frustración, de que me sentía culpable, se lo conté todo y ella me ayudó muchísimo.
Mi esposo y yo platicamos de cómo nos sentíamos, si todo esto valía la pena y decidimos que no nos rendiríamos, ¡lo intentaríamos todo!
En ese momento fue cuando el doctor habló conmigo acerca de la donación de óvulos, me explicó cómo funcionaba todo, que esta alternativa sirve para que mujeres como yo, que tenemos problemas con la producción de óvulos, podamos tener un bebé con una Fecundación In Vitro a los 40, a los 45 o incluso a los 50 años.
Hablamos sobre la epigenética y me explicó que en el vientre ocurre un intercambio entre los genes de tu bebé y los tuyos; él estaría dentro de mí, crecería gracias a mi sangre, a lo que yo comiera, sería yo quien le daría vida y entendí que no había diferencia alguna, que sería 100% mi hijo.
El día que por fin nació, cuando lo escuché, cuando escuché a Santiago lloré muchísimo, como jamás en toda mi vida y le dije: ‘Mi amor, por fin ya estás aquí conmigo y nunca te dejaré, ¡por fin llegaste a nuestras vidas!’ Fue un instante totalmente mágico porque, al escucharme, se quedó completamente quieto, dejó de llorar y se calmó por completo. Bendito el día en que decidimos regresar al tratamiento por ese tercer ciclo de FIV.
A otras mujeres que, como yo, están atravesando problemas para ovular o cualquier otra situación por la que aún no hayan logrado tener a su bebé, les diría que tomen la opción de una ovodonación, que lo intenten porque no hay una sola duda de que será tu hijo. Sean valientes y arriesguen todo aquí porque vale muchísimo la pena cuando oyes que te dicen: 'Mamá'.
¿Y cómo llegó Emma? ¡Sorpresa! ¡Ella es un milagro! Jamás pensé que podría tener otro bebé, no sin requerir algún tratamiento de Reproducción Asistida. Cuando me enteré de que estaba embarazada de nuevo, en verdad que no podía creerlo, ¿esto es real?
Mi pequeña vino bien, estaba completamente sana y perfecta. Hoy estamos tan felices de tenerlos aquí, y pienso que todo lo que pasamos antes fue un aprendizaje, una preparación para cuando los tuviéramos, ellos nos enseñaron a ser papás desde antes de nacer y esperamos convertirnos en los mejores."
Miles de mujeres decidieron posponer su maternidad para el momento preciso en el que estuvieran listas, y el reloj biológico ya no es un impedimento para lograrlo. Si tienes más de 35 años y estás intentando ser mamá, pero aún no ha sido posible es importante que acudas con médicos especialistas en reproducción, que evalúen tu salud reproductiva y te brinden alternativas con las mayores probabilidades de éxito, como la Fecundación In Vitro.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar aquello que te está impidiendo tener un bebé; y trazar un plan de tratamiento personalizado, llevado a cabo por un equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate, da clic en la imagen de abajo para agendar tu Programa Inicial, y permítenos ayudarte a llevar a tu bebé a casa.
Iniciar un tratamiento de Reproducción Asistida puede ser inquietante, el proceso quizás implique un sube y baja de emociones, ¡y te entendemos! Quizás podrías atravesar diferentes retos que lleven a sentirte sola, y es por eso que contar con una red de apoyo formada por tu pareja, amigos o familiares cercanos será de suma importancia para mantenerte firme y centrada en el objetivo de tener a tu bebé, y para que puedas vivir de la mejor forma la experiencia transformadora de convertirte en mamá.
En caso de que estés llevando el tratamiento junto con tu pareja, esta será tu más grande soporte, una de las personas más importantes que estará contigo en todo el proceso.
A lo largo de más de 17 años de experiencia con todo tipo de casos de personas que anhelan convertirse en padres, hemos notado la importancia de que la pareja se involucre al 100%, estando ahí para ti en las consultas, los análisis clínicos, durante tu estimulación, tu punción y hasta en tu transferencia; esto en caso de que estés llevando un tratamiento como la Fertilización In Vitro.
Entendemos que enfrentarse a una situación de infertilidad puede ser abrumador, y quizás esto rete su relación en más de una forma, pero no deben olvidar el objetivo final: tener un bebé de ambos a quien le mostrarán el mundo, una personita que estará formada con lo mejor de cada uno, y que será la culminación de todo ese amor y aprendizaje que han forjado a lo largo de su vida juntos.
Además, si tu pareja es hombre, es importante recordar que en 40% de los casos en los que las parejas tienen problemas para concebir, esto suele deberse a un factor masculino; por lo que, si este es su caso, será necesario que desde el día uno tu pareja esté presente y completamente involucrada para diagnosticar adecuadamente la situación reproductiva de ambos, y que puedan convertirse en padres.
Si bien, serás tú quien experimentará de forma física, psicológica y emocional gran parte de las etapas de este tratamiento, tu pareja también atravesará situaciones que la reten, y compartirlo les ayudará a sentirse acompañados. Tener un bebé es una experiencia que vivirán ambos y su apoyo incondicional te brindará una mayor fortaleza para dar cada paso.
Entendemos que en muchas ocasiones es posible que no sepan exactamente cómo compartir las diferentes situaciones que están experimentando, pero existen algunas estrategias que pueden ayudarles:
La comunicación es clave para atravesar este camino juntos, ambos experimentarán diferentes situaciones y sentimientos, pero hablarlo directamente y de forma honesta, hará más sencillo resolver cada tema.
La pareja no es la única persona que forma parte de tu red de apoyo para ayudarte en este camino, alrededor de ti tienes una multitud de personas como familiares o amigos, cuyo amor y entendimiento te sumará fuerza e incidirá positivamente en el éxito de tu tratamiento.
Entendemos que, para muchas personas, estos temas pueden ser complicados de tratar, pero la infertilidad no es más un tabú e incluso es mucho más común de lo que la mayoría podría pensar, ya que 1 de cada 6 parejas experimenta problemas para concebir.
Hablar sobre el tema con tus hermanas, tus padres o tus amigas te ayudará a reducir el estrés, estar mucho más tranquila y relajada para que todo fluya de manera correcta.
A lo largo de este camino, quizás hayas conocido a una o más personas que hayan atravesado problemas para tener un bebé, y ellos también forman parte de tu red de apoyo.
Hablar con personas que han pasado por situaciones similares, escuchar sus historias, su sentir, los retos que se han encontrado y la forma como lo han resuelto te ayudará muchísimo a darte un respiro, y entender que esta situación no es para nada tu culpa.
Si estás en medio de un proceso de Reproducción Asistida en Ingenes, como parte de tu tratamiento, te ofrecemos el servicio de apoyo emocional (SEI), en el que promovemos grupos de encuentro con personas que han experimentado situaciones muy parecidas a las tuyas tratando de tener un bebé. Estos son guiados por nuestro equipo de terapeutas especializadas que, además, te brindarán mayores herramientas para que vivas la mejor experiencia al transformarte en mamá.
Tú ya tomaste la decisión más importante de tu vida al querer ser mamá y luchar con todas tus fuerzas hasta lograrlo, pero eso no es algo que tengas que atravesar sola. Tu pareja, tu familia, tus amigos y todo el equipo de Ingenes, toda tu red de apoyo servirá de ancla para impulsarte hasta que tengas a tu bebé contigo.
El clomifeno, Omifin o citrato de clomifeno es un medicamento estimulante ovulatorio, esto quiere decir que hace que los ovarios produzcan óvulos y que éstos se liberen. Generalmente se prescribe a mujeres que no han logrado quedar embarazadas por no poder producir óvulos, (en 70% de los casos ha logrado funcionar y mejorar los ciclos de ovulación).
Además, puede ser recetado a hombres con situaciones de esterilidad. Sin embargo, este componente por sí solo no funcionará para lograr un embarazo.
Si has intentado quedar embarazada por algún tiempo y no lo has logrado, es probable que hayas oído hablar del Omifin, clomifeno o citrato de clomifeno, pero es muy importante considerar que no debes automedicarte o utilizarlo por cuenta propia.
Antes de recurrir a este medicamento es necesario que acudas con un médico especialista en Reproducción Asistida, particularmente si estás buscando incrementar tus probabilidades de quedar embarazada.
El citrato de clomifeno suele prescribirse en forma de tabletas para ingerirse vía oral y la dosis puede variar de persona a persona, por lo que deberás tomar la que tu especialista recete. Por lo general, se comienza a tomar de 3 a 5 días después del inicio del ciclo menstrual. No debe tomarse en una dosis diferente a la indicada por el doctor y su ingesta debe ser exactamente como sea recetada.
El citrato de clomifeno suele utilizarse en tratamientos de Reproducción Asistida, desde los tratamientos de baja complejidad como los coitos programados, hasta los de alta complejidad como la Fertilización In Vitro.
Algunas de las ventajas que tiene el uso del clomifeno en este tipo de procesos son los siguientes:
El citrato de clomifeno puede provocar múltiples efectos que pueden ser severos, de no contar con un seguimiento puntual llevado a cabo por un médico especialista, tales como:
En caso de que estés utilizando este medicamento como parte de tu proceso de reproducción, recuerda que es esencial acudir a todas las citas con tu médico, ya que su monitoreo sobre la reacción que tiene tu cuerpo es fundamental
Si has tratado de quedar embarazada por más de 12 meses y no logras conseguirlo, es probable que estés enfrentando una situación de infertilidad, que puede tratarse de forma eficaz acudiendo cuando antes al médico
Antes de considerar tomar este o cualquier otro medicamento para incrementar tus probabilidades de embarazo, consulta con tu médico experto en Reproducción Asistida, quien evaluará tu salud reproductiva completa para proporcionarte el tratamiento que te dé las mayores probabilidades de tener un bebé.
Si este es tu caso, te invitamos a que conozcas más sobre nuestro Programa Inicial, que se enfoca en encontrar la razón precisa por la que aún no has logrado ser mamá, y brindarte un plan de tratamiento perzonalizado.
Fuentes
"Encontré una orientación efectiva y logramos tener a nuestro bebé en casa."
Ingenes Monterrey