Cada 18 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Ética Médica, una fecha que invita a reflexionar sobre los principios fundamentales que guían la práctica de la medicina: respeto por la dignidad humana, confidencialidad, autonomía, equidad, beneficencia y no maleficencia.
En un mundo donde la ciencia avanza a pasos agigantados —y donde las decisiones clínicas muchas veces implican no solo datos, sino emociones, proyectos de vida y futuros posibles— la ética médica se vuelve más importante que nunca.
Este día tiene un significado muy profundo en contextos como la reproducción asistida, donde los avances tecnológicos ofrecen nuevas posibilidades para tener un bebé, pero también exigen una mirada respetuosa, empática y responsable sobre las implicaciones físicas, emocionales, legales y sociales que conllevan estas decisiones.
Desde nuestra labor diaria en Ingenes, este compromiso ético es la base de todo lo que hacemos.
¿Qué es la ética médica y por qué se conmemora este día?
La ética médica es una rama de la ética aplicada que estudia los principios morales que deben regir la práctica de la medicina. No se trata solo de respetar las leyes o normativas, sino de actuar con integridad, justicia y humanidad en cada interacción con los pacientes.
El Día Mundial de la Ética Médica fue establecido para visibilizar la importancia de estos valores en un entorno que cambia constantemente, y para recordar que, más allá de las técnicas, los procedimientos y los resultados, la medicina es un acto humano.
Los cuatro principios tradicionales de la bioética son:
- Autonomía: Respetar las decisiones informadas del paciente sobre su salud.
- Beneficencia: Buscar siempre el mayor beneficio para la persona.
- No maleficencia: Evitar causar daño, de forma activa o por omisión.
- Justicia: Garantizar el acceso equitativo a la atención médica.
Estos principios se vuelven especialmente complejos —y relevantes— en campos como la genética, la fertilidad y la reproducción asistida.
Ética médica en reproducción asistida: decisiones que transforman vidas
La medicina reproductiva implica mucho más que una intervención clínica: se trata de acompañar a personas y parejas que, muchas veces, han atravesado años de espera, duelos, diagnósticos difíciles, tratamientos fallidos o experiencias profundamente emotivas.
En este contexto, la ética no es opcional: es esencial.
En Ingenes, nuestro compromiso ético se refleja en cada uno de nuestros pilares de atención:
1. Diagnósticos claros, honestos y personalizados
En ocasiones, los tratamientos fallan no por la técnica, sino por un diagnóstico incorrecto, incompleto o generalizado. En Ingenes, priorizamos una valoración integral desde la primera consulta, con la tecnología más avanzada y un enfoque multidisciplinario que permite tener claridad sobre el origen de las dificultades para lograr un embarazo.
Actuar éticamente significa no ofrecer falsas expectativas. También significa evitar procedimientos innecesarios o invasivos si no hay una razón médica que los justifique.
2. Respeto por la autonomía de cada paciente
La decisión de buscar ayuda en fertilidad es profundamente personal. Por eso, cada plan que diseñamos parte de una conversación clara y empática, donde la persona o pareja puede expresar sus deseos, dudas y límites.
El respeto a la autonomía implica explicar con transparencia cada opción disponible, los riesgos involucrados, las posibilidades reales de éxito y el impacto físico y emocional que puede tener cada etapa del proceso.
Aquí, el consentimiento informado no es solo un papel firmado: es una parte activa del acompañamiento médico.
3. Compromiso con la seguridad física y emocional
Nuestra misión no se limita a ayudar a tener un bebé: también buscamos que este camino se transite con cuidado, respeto y contención.
Sabemos que los procesos de fertilidad pueden ser emocionalmente desafiantes. Por eso, incluimos apoyo emocional profesional en todos nuestros programas, brindando herramientas reales para afrontar la incertidumbre, el estrés, los resultados, y también la esperanza.
Además, cumplimos con los más altos estándares internacionales de calidad y bioseguridad, protegiendo la salud de cada paciente y de cada embrión generado.
4. Justicia y equidad: que todas las historias merecen oportunidades
El acceso a los servicios de fertilidad en América Latina suele estar condicionado por factores económicos, sociales y geográficos. En Ingenes, trabajamos para que más personas puedan cumplir su deseo de tener un bebé, independientemente de su historia previa, diagnóstico o procedencia.
Contamos con 19 sedes en México y Estados Unidos, y desarrollamos programas que se adaptan a distintos perfiles, incluyendo a personas solteras, parejas del mismo sexo, mujeres mayores de 35 años, personas con enfermedades crónicas o diagnósticos complejos.
Nuestra visión ética nos invita a no excluir a nadie que tenga el deseo de formar una familia.
Ciencia ética: cuando la innovación está al servicio de la vida
La ética médica también está presente en la forma en que desarrollamos y aplicamos tecnologías avanzadas como:
- Diagnóstico Genético Preimplantacional (PGT-A y PGT-M)
Para reducir el riesgo de transmitir enfermedades genéticas o seleccionar embriones cromosómicamente sanos. - IVF MORE® (Magnetic Ovulatory Restoration)
Nuestra técnica patentada de restauración ovárica, que mejora la calidad de los óvulos en mujeres con edad avanzada, baja reserva ovárica o múltiples intentos fallidos. - Banco de gametos y embriones
Bajo estricta regulación ética y protocolos de anonimato, selección y seguimiento.
Todas estas herramientas se aplican bajo lineamientos éticos que garantizan el respeto por la dignidad humana, el consentimiento informado, la confidencialidad de la información genética y la finalidad reproductiva, nunca experimental o lucrativa, de cada procedimiento.
El papel del equipo médico en la ética asistida
Un instituto ético se construye con profesionales comprometidos. En Ingenes, nuestros médicos, biólogos, embriólogos, genetistas, psicólogos y personal de enfermería reciben constante capacitación en temas de bioética, comunicación empática, diversidad y responsabilidad profesional.
Cada caso es discutido en sesiones clínicas, y cada decisión se toma desde una visión científica, empática y respetuosa. No existe un camino único: cada persona necesita un programa personalizado, y eso requiere escuchar, comprender y acompañar.
Ética también es decir “no”
En reproducción asistida, ser ético también implica tener el valor de no avanzar cuando las condiciones físicas, emocionales o médicas no lo permiten.
Negarse a realizar una transferencia embrionaria si el endometrio no está receptivo; postergar una estimulación ovárica si hay riesgo para la salud; aconsejar un proceso diferente cuando las probabilidades de éxito con otra técnica son más altas… Todo eso también es actuar éticamente.
En Ingenes, creemos que el deseo de tener un bebé no debe nublar la responsabilidad médica. Y por eso acompañamos con verdad, sensibilidad y compromiso.
Ética médica, el corazón de nuestro compromiso
Conmemorar el Día Mundial de la Ética Médica no es solo hablar de principios: es reafirmar que cada paso en el camino hacia un bebé debe estar guiado por la ciencia y la conciencia.
En Ingenes, entendemos que detrás de cada análisis, cada ultrasonido, cada procedimiento… hay una historia. Y que esa historia merece ser tratada con respeto, claridad y esperanza.Por eso, desde hace más de 20 años, nuestro compromiso ético no es una declaración. Es una forma de trabajar. De acompañar. De transformar sueños en familias, siempre con la certeza de que lo correcto también puede ser extraordinario.