- Mujeres de 37 años o más.
- Hombres de 38 años o más.
- Mujeres con antecedentes de pérdida de embarazo o abortos recurrentes.
- Mujeres con antecedentes de fallo de implantación.
- Mujeres que han sufrido una disminución en la calidad de sus óvulos por enfermedades como endometriosis, ovario poliquístico o baja producción de óvulos.