El aborto espontáneo se define como la pérdida del embarazo antes de las veinte semanas y ocurre en el 15 por ciento de las gestaciones reconocidas clínicamente. Sin embargo, cuando el aborto espontáneo tiene lugar dos o más veces consecutivas se conoce como pérdida gestacional o aborto recurrente.

La pérdida gestacional recurrente se divide en:

Primaria: Cuando nunca se ha logrado llevar un embarazo a término.
Secundaria: Cuando la pareja ya ha tenido hijos en el pasado.

En la actualidad, existen soluciones altamente efectivas para cada una de las causas de la pérdida gestacional recurrente.

Cuando ésta se debe a factores maternos, el tratamiento varía según la causa y puede ir desde terapia hormonal hasta cirugía en casos muy específicos.

Sin embargo, cuando la pérdida gestacional recurrente se debe a problemas fetales, el tratamiento de elección es el Diagnóstico Genético Preimplantacional. Este método se usa en conjunto con la Fertilización In Vitro (FIV) y permite que sólo los embriones libres de anomalías genéticas y cromosómicas se transfieran al útero materno, lo que maximiza las probabilidades de implantación, de embarazo y de tener un bebé en casa sin importar la edad de la mujer.