Cada 28 de mayo, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial de Acción por la Salud de la Mujer, una fecha que no solo visibiliza las desigualdades médicas que muchas mujeres enfrentan, sino que también reclama su derecho a una atención integral, digna, científica y empática.
En Ingenes, esta fecha no es solo una conmemoración simbólica: representa nuestro compromiso diario con cada mujer que cruza nuestras puertas buscando una oportunidad, una respuesta o un nuevo comienzo. Es una oportunidad para reafirmar que la salud reproductiva es salud, y que cada historia merece ser tratada con humanidad y conocimiento.
Hablar de la salud de la mujer no puede limitarse a cifras, estudios clínicos o tratamientos médicos. Implica reconocer la historia individual detrás de cada paciente, su entorno emocional, sus temores y sus deseos.
Muchas mujeres llegan a consulta cargando años de frustración, dudas no resueltas o diagnósticos mal comunicados. Algunas han sido ignoradas, otras han recibido tratamientos inadecuados o simplemente han sido tratadas como números dentro de un protocolo.
En Ingenes, creemos firmemente que la salud integral parte de escuchar sin juicio, de validar cada emoción y de construir un camino médico desde la confianza. Porque el cuerpo y la mente están profundamente conectados, y ningún tratamiento puede funcionar del todo si no se considera el bienestar emocional de la paciente.
El acceso a servicios de fertilidad y reproducción asistida no debe ser visto como un lujo, ni como una opción reservada solo para ciertas personas. Es una parte esencial de la salud y la autonomía reproductiva de la mujer.
Todas estas historias forman parte del día a día en Ingenes. Y todas merecen ser escuchadas, atendidas y acompañadas con ciencia y respeto.
En el marco de este día, también es urgente seguir desmitificando la infertilidad. No es una sentencia, ni un castigo, ni algo de lo que debamos avergonzarnos. Es una condición médica tratable que puede tener múltiples causas, muchas de ellas prevenibles o manejables con el enfoque correcto.
La infertilidad afecta al menos a 1 de cada 6 personas en el mundo según la OMS. Aun así, muchas mujeres siguen enfrentándola en silencio, por miedo a ser juzgadas o por sentir que deben cargar solas con la responsabilidad del proceso.
En nuestros 20 años de experiencia, hemos aprendido que la salud reproductiva no se trata solo de lograr un embarazo, sino de hacerlo de manera informada, segura y emocionalmente acompañada.
En Ingenes, cada paciente recibe un plan personalizado que integra:
Nuestra experiencia con mujeres que han pasado por tratamientos fallidos en otros centros, con fallo ovárico prematuro, baja reserva ovárica o antecedentes oncológicos, nos ha enseñado que la combinación entre ciencia y empatía transforma realidades.
Este 28 de mayo, alzamos la voz por todas las mujeres que han sido ignoradas, subestimadas o mal diagnosticadas. Por aquellas que han tenido que explicar más de una vez su decisión de querer ser madres… o de no quererlo.
Porque el derecho a decidir sobre el propio cuerpo incluye también la maternidad, cuando esta nace desde el deseo profundo y no desde la presión social.
Este Día Mundial de Acción por la Salud de la Mujer es también una oportunidad para compartir lo que hacemos en Ingenes como parte de nuestro compromiso:
La salud de la mujer debe ser abordada con una mirada integral, respetuosa y empática. Porque no se trata solo de diagnósticos, sino de decisiones de vida. Porque la medicina más efectiva es aquella que entiende que el cuerpo femenino no es una máquina, sino una historia viva que merece ser comprendida.
En Ingenes, estamos contigo en cada paso. No solo como instituto de fertilidad, sino como espacio seguro, confiable y humano. Hoy celebramos tu derecho a ser escuchada, acompañada y respetada.
Y lo haremos siempre.