Hay historias que nos mueven desde lo más profundo. Historias que hablan de valentía, de decisiones difíciles, de amor infinito por alguien que aún no llega, pero ya es parte del corazón. En Ingenes, desde hace 20 años, hemos tenido el privilegio de acompañar a miles de mujeres en ese camino: mujeres que no se rindieron, que lo intentaron todo y que hoy, en el Día de las Madres, abrazan a sus hijos, a veces por primera vez… y a veces solo desde el deseo.
Este blog es un homenaje a ellas. A las que ya lograron escuchar ese primer latido y también a las que hoy siguen luchando. Porque entendemos que ser mamá no siempre comienza con una prueba positiva, sino con una convicción: la de hacer todo lo posible por conocer a ese bebé que ya imaginan.
Aquí reunimos cinco historias reales de mujeres que enfrentaron diagnósticos difíciles, tratamientos complejos y muchos momentos de incertidumbre. Mujeres que, gracias a su fuerza —y a un diagnóstico personalizado, humano y con respaldo médico—, transformaron el “no se puede” en un “aquí está mi bebé”.
Después de ocho años juntas, esta pareja decidió que era momento de dar el siguiente paso: formar una familia. Tras informarse sobre distintas alternativas, descubrieron el Método ROPA, una opción que les permitiría tener un bebé de ambas. Aunque al principio intentaron por su cuenta, fue hasta que llegaron a Ingenes que sintieron verdadera confianza. Con un diagnóstico de ovario poliquístico y el respaldo de un programa multiciclo con devolución, iniciaron el tratamiento. El primer intento no resultó como esperaban, pero en el segundo ciclo, el corazón de su bebé latió con fuerza. Hoy, su bebé crece rodeado del amor de dos mamás valientes que no se dejaron vencer por el miedo ni por los estereotipos. “La familia no tiene una sola definición —nos compartieron—, lo que importa es el amor que das, y nosotras lo damos todo.”
Durante años, nuestra paciente lidió con endometriosis, la pérdida de un ovario y múltiples cirugías por quistes. Todo parecía alejarla más y más de su mayor deseo: ser mamá. Tras varios tratamientos fallidos y la carga emocional de no poder concebir, sintió que su vida se detenía. Incluso su matrimonio se rompió bajo el peso del dolor y la frustración. Fue su madre quien le habló por primera vez de Ingenes. Ahí, no solo recibió un diagnóstico preciso —síndrome de ovarios poliquísticos—, sino también el acompañamiento cálido y humano que nunca había tenido. El tratamiento fue personalizado desde el primer día, y pronto, su prueba de embarazo resultó positiva… ¡pero con una sorpresa doble! Hoy abraza a sus gemelos y agradece cada día no haberse rendido. “Ellos me escogieron a mí, y yo encontré el camino correcto para llegar a ellos. Ahora sé que los milagros sí existen… y a veces, llegan por partida doble.”
A los 39 años, con un diagnóstico de útero retroverso y tras múltiples intentos fallidos, nuestra paciente y su esposo decidieron buscar ayuda en Ingenes. El útero retroverso, una variación anatómica presente en aproximadamente el 20-30% de las mujeres, generalmente no afecta la fertilidad, aunque en algunos casos puede estar asociado a otras condiciones que sí la comprometen.
Optaron por un tratamiento multiciclo de Fecundación In Vitro (FIV), conscientes de los desafíos físicos y emocionales que implicaba. Durante el proceso, enfrentaron momentos de incertidumbre y miedo, pero también de profunda conexión y apoyo mutuo. Su esposo le recordó su fortaleza y la de las mujeres de su familia, dándole valor para continuar.
En su primer intento, lograron el embarazo. La emoción fue indescriptible al ver por primera vez a su bebé en una ecografía. El día del nacimiento de su bebé fue el culmen de su viaje: un momento lleno de amor y gratitud.
Hoy, su bebé es un niño lleno de vida, y su madre reflexiona sobre su experiencia con la certeza de que todo el esfuerzo valió la pena. Su historia es un testimonio de que, incluso cuando el camino parece difícil, la perseverancia y el amor pueden llevar a cumplir el sueño de ser madre.
Después de perder a su primer bebé y pasar más de una década entre doctores, tratamientos hormonales sin rumbo y diagnósticos poco claros, nuestra paciente pensó que su sueño de ser mamá se había desvanecido. Llegó a Ingenes como último recurso, exhausta y sin mucha fe. Pero fue justo ahí donde, por primera vez, recibió un diagnóstico certero: ovario poliquístico severo. “Por fin alguien me decía lo que tenía y cómo tratarlo”, recuerda. Comenzó un tratamiento multiciclo de Fecundación In Vitro, y contra todo pronóstico, ¡quedó embarazada en el primer intento! Aún con miedo, tomó una prueba de embarazo casera y vio por fin ese color tan deseado. Hoy su hijo es su mayor maestro, su razón de ser. Y su historia es prueba de que, incluso cuando todo parece perdido, aún existe una posibilidad. “No te detengas por un diagnóstico, lucha hasta el final. Siempre habrá una puerta que se abrirá.”
Después de dos inseminaciones artificiales fallidas y cinco años de intentarlo, esta mujer y su esposo habían decidido dejar de buscar. Tenía casi 50 años y muchas voces a su alrededor le hacían dudar: “¿Estás segura de que puedes?”, “¿no será demasiado tarde?”. Pero una recomendación cambió todo: una amiga de la familia les habló de Ingenes y se animaron a dar ese último paso. Allí escuchó por primera vez que su edad no era un límite. Comenzó un tratamiento de Fertilización In Vitro y, a pesar de todos sus miedos, lo logró. El primer latido que escuchó de su bebé fue “música para sus oídos”, un momento que transformó su vida por completo. Hoy, su hijo Emilio le dice “mamá”, y esas palabras lo valen todo. “Me siento completa. Cada mañana que lo veo reír, recuerdo que valió la pena cada intento. Llevo su foto en un collar, y su fuerza me acompaña siempre.”
No hay una sola manera de ser mamá, así como no hay un solo diagnóstico que detenga ese sueño. En estas historias leíste sobre mujeres que enfrentaron endometriosis, quistes en los ovarios, un útero retroverso, o que llegaron a Ingenes después de los 35 o incluso antes de los 50 años. Mujeres que confiaron en tratamientos como la Fertilización In Vitro o el Método ROPA, y encontraron en ellos una puerta abierta donde antes solo había muros.
Si tú también deseas tener un bebé, queremos que sepas esto: no estás sola y existen opciones reales para ti, incluso si has recibido un “no” muchas veces. En Ingenes, creemos que cada mujer merece una oportunidad de lograrlo. Porque sí, hay diagnósticos. Hay procesos. Hay retos. Pero también hay ciencia, hay tecnología, hay médicos que te escuchan y una red de apoyo que no te suelta.
Y lo más importante: hay esperanza. Tu bebé puede estar más cerca de lo que imaginas. Feliz Día de las Madres —también para ti, que aún estás en camino.