El sangrado de implantación es un ligero manchado que sucede generalmente entre 10 y 14 días después de la concepción, cuando se establece el óvulo fecundado en el útero, y es completamente normal. Usualmente sucede en la mismas fechas que esperas tu menstruación, aunque es un flujo de sangre más ligero que el de la regla y suele detenerse de manera espontánea.
Entre un 15% y 25% de las mujeres embarazadas suelen presentar sangrado de implantación, y la mitad de ellas pueden continuar presentándolo al menos durante su primer trimestre.
Sabemos que esto puede desencadenar ansiedad y preocupación, particularmente en mujeres que han tratado de tener un bebé durante mucho tiempo, o están atravesando un tratamiento de Reproducción Asistida, y si este es tu caso, la recomendación es que ante cualquier molestia o duda acudas con tu especialista en Biología de la Reproducción.
Quizás te interese leer aquí la historia de Iraí y cómo logró tener a su pequeña Sofía
No obstante, existen algunas características, síntomas y causas del sangrado de implantación que necesitas conocer, para que puedas estar mucho más tranquila de que tú y tu bebé estarán sanos y salvos, en caso de que presentes algún manchado.
El sangrado de implantación normal presenta un tono rojizo más ligero que la sangre de tu periodo menstrual y es posible que pueda ser rosado, rojo oscuro o café, a diferencia de tu menstruación que se encuentra más hacia un rojo vivo.
Otras de las características que debes tener en consideración son las siguientes:
La duración varía de mujer a mujer, pero comúnmente este manchado puede durar de 2 horas hasta 3 o 4 días, en caso de que el flujo continúe por un mayor tiempo a este, es importante que acudas con tu médico especialista en Biología de la Reproducción.
A diferencia de la menstruación, cuyo flujo tiende a ir en aumento conforme avanzan las horas y los días, el sangrado de implantación va reduciéndose poco a poco hasta desaparecer por completo.
Aunque los síntomas asociados también pueden variar en cada mujer, existen algunas molestias comunes que pueden presentarse como cierto dolor leve en el vientre bajo, que no debe ser sostenido.
Una vez que el manchado haya cesado, es común que puedas presentar algunos síntomas asociados con el embarazo, como los siguientes:
Si estás intentando tener un bebé y manifiestas un sangrado de este tipo, debes saber que sí puedes hacerte una prueba de embarazo, ya que la hormona (GCh) que produces estando embarazada permanece en tu orina y en tu sangre, sin embargo su nivel puede tener algunas alteraciones.
Por lo anterior, es recomendable que esperes al menos una semana después de que concluya el flujo, para que los resultados sean mucho más confiables, y recuerda que una prueba de sangre siempre será mucho más eficaz para detectar la hormona.
Quizás te interese leer aquí la historia de Fernanda y cómo logró tener a sus 2 hijas
No. El sangrado de implantación no implica riesgo alguno para tu bebé y tú, y no existe evidencia relacionada con problemas como embarazo ectópico, amenaza de aborto, embarazo molar o problemas en el cuello uterino.
Si bien es cierto que los problemas anteriores pueden desencadenar sangrados tal como ocurre con tu menstruación, estos son mucho más intensos y están acompañados de dolor intenso y otros síntomas distintos al del manchado de implantación.
Como puedes ver, presentar manchas ligeras de sangre es algo muy común en 3 de cada 10 mujeres que se embarazan, sin importar que estén o no en medio de un tratamiento de fertilidad.
Sin embargo, es muy importante que ante cualquier duda o molestia que estés manifestando te comuniques con tu médico de inmediato, para que puedas disfrutar la hermosa etapa de tu embarazo con la mayor tranquilidad posible de que tú y tu bebé están sanos y a salvo.
Quizás te interese leer aquí la historia de Maite y cómo tuvo a sus bebés.